No se ha añadido ninguna twiki todavía.

Conjunto de doctrinas y escuelas de renovación del pensamiento de Platón interpretado especialmente desde una perspectiva religiosa. Los inicios de este movimiento se hallan ya en algunas de las concepciones platónicas desarrolladas por los inmediatos sucesores de Platón, Espeusipo (que identifica la idea de Bien con el Uno) y Jenócrates (que consideraba las ideas como números), pero realmente se empezó a gestar en el pensamiento del platonismo medio, y especialmente de Ammonio Saccas (S. II), a la vez que se mezcló con influencias neopitagóricas y con las procedentes del pensamiento de Filón de Alejandría. Del platonismo medio adoptó la interpretación de las ideas platónicas como arquetipos contenidos en la mente divina, del neopitagorismo adoptó la doctrina de los números y su procedencia del Uno, mientras que de Filón adoptó su doctrina del λόγος λόγος y la introducción de entes intermedios entre Dios y el mundo. El neoplatonismo también manifiesta influencias de algunos aspectos del aristotelismo y del estoicismo. El conjunto de este movimiento debe entenderse en el marco del sincretismo religioso de los primeros siglos de nuestra era, razón por la que también se hallan en él elementos procedentes de diversas creencias religiosas.

Plotino

No obstante, se debe fundamentalmente a Plotino la gran síntesis neoplatónica, que elaboró un vasto sistema que originó la última gran escuela de pensamiento filosófico pagano de la antigüedad. Por ello, el término neoplatonismo se usa generalmente para designar el sistema de Plotino y sus discípulos. (En el artículo dedicado a Plotino se hace una exposición de su doctrina, por lo que aquí nos limitamos a dar unas características de las tesis neoplatónicas más generales).

En general, el pensamiento neoplatónico se presenta como una forma de redescubrir las verdades fundamentales de la auténtica filosofía que, en cuanto que es concebida como búsqueda de la verdad, se identifica con un modo de vida y con la auténtica religión. El camino de este descubrimiento se efectúa a través de un proceso de introspección en el que se interpreta la teoría platónica de las ideas y la idea de bien desde una perspectiva religiosa. Así, siguiendo los pasos de los platónicos de laAcademia Media, los neoplatónicos identificaron el Bien o lo Uno con Dios, y consideraron las ideas no como una realidad externa al mundo físico, sino como los arquetipos de la «mente» divina. Puesto que, según Platón, el conocimiento supone la aprehensión de las ideas, desde la perspectiva neoplatónica que considera dichas ideas como arquetipos divinos, el conocimiento será una especie de conocimiento en Dios. No obstante, ello no nos permite el conocimiento de la divinidad en sí misma que, de esta manera, aparece como incognoscible e inefable. Esto es así porque Dios, en la medida en que es Absoluto, carece de toda determinación particular. Dicha tesis influirá decisivamente en la mística y en la teología posterior, especialmente en la llamada teología negativa (ver texto ).

Según la concepción cosmológico-religiosa neoplatónica, el conjunto de lo existente procede de Dios, que a su vez origina las hipóstasis divinas. La primera es lo Uno, del que procede la segunda hipóstasis: el Nous o Intelecto. A su vez, el Alma del mundo es la tercera hipóstasis que procede del Nous y engendra las diversas almas individuales, en un pleno y continuo proceso de degradación. (Estas tres hipóstasis divinas serán interpretadas por el cristianismo como la Trinidad divina). A diferencia del creacionismo judío y cristiano, este proceso de generación de todo cuanto existe es entendido como emanación. De esta manera, mientras el creacionismo considera a Dios como absolutamente trascendente y separado de lo creado, el emanatismo neoplatónico mantiene el continuo entre lo Uno y la materia informe, en una jerarquía de seres que forman esta gradación sin saltos, una gran cadena del ser. Por ello, se ha dicho algunas veces que el neoplatonismo es una forma de panteísmo.

Por otra parte, el hombre, entidad dual compuesta de cuerpo y alma, mediante el replegamiento de ésta sobre sí misma, puede acercarse a la divinidad. Así, a través de un proceso de interiorización o introspección, el hombre puede alcanzar el éxtasis místico que lo une a Dios. En este proceso ascendente hay cuatro grados de perfección:

1) La práctica del bien y de la virtud, por la cual el hombre se libera de las pasiones.

2) La contemplación de lo bello, que permite el paulatino proceso de pasar de la belleza sensorial a la belleza incorpórea. El amor por la belleza es una manifestación de lo inteligible en lo sensible, o manifestación de lo inteligible en la mera corporeidad. Este proceso de contemplación de lo bello lo entiende Plotino en sentido dialéctico platónico, y permite conducirnos al tercer nivel:

3) el conocimiento de lo verdadero, que es la función de la filosofía, a la que se concibe no como un saber sino como una forma de vida que debe permitir contemplar las ideas en sí.

4) Estos grados culminan en un cuarto y privilegiado grado de perfección: el gozo del éxtasis, que implica la anulación de la propia personalidad y la fusión con el Uno-Dios (ver texto ).

Además de Plotino y de su discípulo Porfirio (editor de las Enéadas, de su maestro), el movimiento neoplatónico tuvo numerosos e importantes representantes hasta el siglo V , y suelen distinguirse en su seno diversas escuelas. De entre ellas, destacamos:

- la escuela siríaca, con Jámblico;

- la escuela de Pérgamo, de la que formó parte el emperador Juliano el apóstata;

- la escuela de Atenas, con Simplicio, Damascio y Proclo;

- la escuela latina, con Calcidio, Macrobio y Boecio.

Posteriormente, el neoplatonismo siguió ejerciendo su influencia a través de varios autores cristianos, especialmente por medio de San Agustín, y del Pseudo Dionisio Areopagita (quien a su vez influyó decisivamente en Escoto Eríugena), que marcaron de forma muy importante la filosofía medieval, tanto la cristiana como la musulmana y la judía, siendo muy importante su influencia sobre Avicena, Algaceli y Avicebrón.

Durante el Renacimiento, y debido a la gran influencia ejercida por el neoplatonismo, la filosofía de Platón fue interpretada muchas veces a través de esta corriente, de forma que muchos autores «platónicos» renacentistas fueron, en realidad, neoplatónicos. Es el caso del Maestro Eckhart, de Nicolás de Cusa, de Giordano Bruno y de Marsilio Ficino. Ya más recientemente, también pueden rastrearse sus influencias en autores como Schleiermacher, Schelling, Bergson y, en general, sobre varios filósofos intuicionistas.

Bibliografía sobre el concepto

  • Plotino, Enéadas ((6 vols.). Gredos, Madrid, 2002.

Relaciones geográficas

Cargando el mapa…