(del latín introspicere, mirar hacia el interior)
Conocimiento de los estados psicológicos internos de uno mismo a través de la capacidad reflexiva de la conciencia. Método propio de la psicología precientífica, es rechazado como no adecuado por el positivismo, en general y por el conductismo, en especial, y el psicoanálisis. No obstante, la psicología continúa considerando útil la observación de la propia conducta y de los procesos internos que la acompañan o la originan.