Alberto Magno o Alberto de Lauingen tomando el nombre del lugar donde nació, en Bavaria. Filósofo y teólogo escolástico de la orden de los dominicos, llamado doctor universal, enseñó en Friburgo, Colonia -donde fue maestro de santo Tomás de Aquino- y París, y fue posteriormente obispo de Ratisbona (Regensburg). Hombre de amplia cultura, por abarcar no sólo conocimientos de teología, filosofía, lógica, ética, metafísica, sino también de ciencias de la naturaleza, como meteorología, mineralogía, fisiología, botánica, zoología, etc., de donde le viene el calificativo de «grande» (Magno), fue uno de los primeros en introducir a Aristóteles en la filosofía escolástica y uno de los primeros escolásticos que mostró un interés específico por las ciencias naturales.
En su intento de aristotelizar la filosofía, pese a ser un neoplatónico convencido, recurrió a las traducciones recientes hechas a partir del griego. Influido por el árabe al-Farabi, desarrolla la teoría del «entendimiento adquirido», o entendimiento separado en cuanto se constituye en forma del alma, comunicándole la «vida teórica», o fin supremo de la vida humana, que anticipa temporalmente el modelo de vida eterna. De ahí surge una visión de la filosofía como forma de vida teórica, que influirá más tarde en los místicos alemanes, sobre todo en el Maestro Eckhart. En sus comentarios a las obras naturalistas de Aristóteles, recurre a experimentos y observaciones empíricas que dice haber realizado.
Su obra filosófica se compone de paráfrasis a diversas obras de Aristóteles y comentarios a las Sentencias de Pedro Lombardo y, entre sus obras de contenido científico, destacan Sobre los vegetales y las plantas, Sobre los minerales, Cuestiones sobre los animales. Se le atribuyeron numerosas obras apócrifas sobre alquimia, magia y nigromancia (como El Grande y El pequeño Alberto, Secretos de mujeres, Secretos egipcíacos). Su última obra, Summa de mirabili scientia Dei, quedó inacabada.
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