Filósofo platónico y humanista italiano, nacido en Figline Valdarno, cerca de Florencia.
Tras estudiar en Pisa y Florencia filosofía aristotélica y medicina, entra en contacto en 1462 con Cosme de Médicis, quien le dona una villa en Carreggi para que pueda dedicarse al estudio del platonismo. Esta fecha marca el comienzo de la denominada Academia Florentina, promovida por Cosme de Médicis e impulsada por Ficino. De esta Academia surgieron las traducciones y las obras filosóficas de Ficino. De entre las primeras, destacan las del Corpus Hermeticum, los Comentarios a Zoroastro, los Diálogos de Platón (de 1463 a 1477), las Enéadas de Plotino y los escritos del Pseudo-Dionisio. De entre las segundas, De la religión cristiana (1476) y Teología platónica sobre la inmortalidad de las almas (1482) -su obra principal- y su Comentario al Banquete, en las que expone su neoplatonismo y sus doctrinas sobre una «pía filosofía» o una «docta religión», que es la fusión de platonismo y cristianismo; sus argumentos sobre la inmortalidad del alma -que llama «cópula del mundo», o punto de unión entre lo divino y lo humano-, que son un alegato a favor de la inmortalidad individual frente a la postura averroísta del entendimiento colectivo, doctrina que, por lo demás, poco después la Iglesia católica declaró dogma de fe en el concilio de Letrán IV, de 1512; y su teoría del «amor platónico», o «amor socrático», términos que él acuña para expresar la ascensión del alma desde la belleza terrena hasta el amor a Dios, identificando Eros platónico con amor cristiano.
A esta actividad intelectual deben añadirse sus doctrinas mágicas y astrológicas: él mismo se declaró mago, convencido de la unidad de todas las cosas de la naturaleza y de la simpatía entre todas ellas debido a la presencia en todo de una sustancia pneumática, el espíritu. Expone estas ideas en su De vita (1489).
Su influencia en toda Europa fue quizás la más notable de los humanistas renacentistas.
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