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Nacimiento:1 enero 1473en ThornMuerte:1 enero 1543en Frombork

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(en polaco Mikołaj Kopernik, en latín Nicolaus Copernicus)

Astrónomo polaco, creador de la teoría heliocéntrica, nacido en Thorn, o Toruń, Prusia oriental, recién cedida al rey de Polonia por los Caballeros de la orden Teutónica. Al morir su padre en 1483, su tío Lucas Watzelrode, más tarde obispo de Ermeland (Varmia), se encarga de su educación. De 1491 a 1494, estudia en la universidad de Cracovia y, tras ser nombrado canónigo de Frauenburg (Frombork), viaja a Italia, donde estudia derecho canónico, matemáticas, griego y medicina en Bolonia, Padua y Ferrara; de vuelta a su patria, en 1506, pasa a ser secretario y médico personal de su tío obispo y reside en el castillo de Heilsberg. Al parecer, durante estos seis años (1506-1512) concibe las líneas fundamentales de su teoría heliocéntrica y redacta un resumen o esbozo, que entonces no publica, y que más adelante será conocido como Commentariolus (Nicolai Copernici de hypothesibus motuum coelestium a se constitutis commentariolus) [Breve comentario de Nicolás Copérnico sobre sus propias hipótesis acerca de los movimientos celestes], y que no contiene ninguna clase de demostración matemática.

Al fallecer en 1512 su tío Lucas Watzelrode, vuelve a Frauenburg para ejercer como canónigo, trabajando en tareas administrativas. Durante esta época, que dura unos treinta años, apenas sucede nada notable en la vida de Copérnico; leves «ondulaciones registradas en la superficie del estanque», según dice A. Koestler: la invitación, en 1514, de trasladarse al concilio de Letrán para estudiar la reforma del calendario (el llamado gregoriano, que se publicará en 1582) y el rechazo de Copérnico con el pretexto de que antes era preciso conocer con exactitud los movimientos del Sol y de la Luna, el asedio de Frauenburg por los caballeros Teutónicos y la paz posiblemente restablecida con el concurso de Copérnico, y un estudio sobre la moneda, De Monetae cudendae ratio, editado en 1528, con el que Copérnico pensaba contribuir a mejorar la situación económica de la región. Pero son, en realidad, los años en que lleva a cabo algunas observaciones astronómicas (veintisiete cita en su obra De revolutionibus) y madura definitivamente el sistema heliocéntrico esbozado en el Commentariolus; redacción de sus ideas definitivas sobre el sistema del mundo y de no demasiadas observaciones astronómicas. Pese a su excesiva prudencia, sus ideas eran de alguna manera conocidas, posiblemente por difusión del esbozo, puesto que un documento atestigua que un tal J. Albertus Widmanstadius, secretario del papa Clemente VII, había disertado en los jardines del Vaticano sobre la teoría de Copérnico acerca del movimiento de la Tierra y, por otra parte, el cardenal Nicolás Schoenberg anima a Copérnico, en 1536, a darlas a conocer públicamente.

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En 1539, un matemático luterano, profesor en Wittenberg, Georg Joachim von Lauchen, llamado «Rheticus» por su lugar de origen, Retia, el Tirol austríaco, llega a Frauenburg, deseoso de conocer las ideas de Copérnico; la estancia, que debía ser de unas semanas, se prolonga por espacio de dos años: primero estudia el sistema copernicano y luego, con la ayuda de un antiguo amigo de Copérnico, Tiedemann Giese, entonces obispo de Kulm, logra convencer a Copérnico de la conveniencia de publicar un resumen del manuscrito que guardaba celosamente. Éste fue el origen de la llamada Narratio prima, escrita por Rheticus sobre el sistema copernicano y publicada en 1540. Tras una segunda estancia de Rheticus en Frauenburg al año siguiente, Copérnico accede a las peticiones de Rheticus y Giese y acepta publicar el manuscrito, que llevará por nombre De Revolutionibus Orbium Coelestium [Sobre los giros de los orbes celestes]. El joven Rheticus se encarga de la revisión del manuscrito y de dar a imprimir la copia de 424 páginas; tiene entonces Copérnico setenta años.

Entre tanto, Rheticus es nombrado profesor en Leipzig, y debe abandonar la empresa de llevar adelante la publicación y la encomienda a Andreas Osiander, un luterano culto de Nuremberg. Osiander escribe, convencido o para suavizar tensiones, un prefacio anónimo al libro De revolutionibus, en el que declara que el libro trata sólo de puras hipótesis matemáticas, cuya finalidad no es otra que el cálculo. Se discute, con argumentos contrarios, si Copérnico llegó a leer o conocer el prefacio que él no había escrito y cuál pudo ser su reacción ante el mismo, puesto que aquellos días cayó enfermo.

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El De revolutionibus orbium coelestium lo publica en Nuremberg el famoso librero Petreius, coincidiendo con la fecha de la muerte de Copérnico.

La obra es la descripción del denominado sistema copernicano, o teoría heliocéntrica del universo, que da comienzo a lo que se llamará posteriormente revolución copernicana, con las demostraciones matemáticas necesarias para su justificación. El cambio astronómico radical que propone la teoría heliocéntrica de Copérnico consiste en situar el Sol en el centro del universo, en el lugar que ocupaba antes la Tierra, y situar ésta en el lugar que antes ocupaba aquél, y hacer girar en torno al Sol todos los planetas, incluida la Tierra, considerada ahora como un planeta más -el tercero en la distancia desde el Sol- y ya no como el centro inmóvil del universo, tal como toda la cosmología aristotélica y ptolemaica, a excepción de Aristarco de Samos, había supuesto.

Por consiguiente, la Tierra se movía; y, según Copérnico, con pluralidad de movimientos. Según el movimiento anual, hacia el oeste, girando alrededor del Sol, como todos los planetas; este movimiento explica tanto el movimiento aparente del Sol hacia el este como los movimientos aparentes (directos, hacia el este, y retrógrados, hacia el oeste) de los planetas. Según el movimiento de rotación diaria, hacia el este, lo que explica el movimiento aparente del Sol durante el día hacia el oeste, la alternancia del día y la noche, la diversidad de estaciones, y el movimiento aparente nocturno del cielo estrellado. Por último, según el movimiento cónico y anual del eje de rotación, llamado de declinación, hacia el oeste en su extremo norte, la Tierra gira alrededor de su propio eje como una (lenta) peonza; el efecto de este movimiento sería mantener el eje de rotación de la Tierra siempre en la misma dirección.

Con los movimientos de la Tierra explica Copérnico todos los movimientos celestes. En particular, las dos grandes irregularidades de los planetas, que desde antiguo habían constituido el problema que la astronomía debía explicar: el movimiento de retrogradación de los planetas y su período de revolución. El sistema copernicano explicaba estos dos movimientos sin tener que recurrir a los epiciclos, o grandes círculos imaginados en que se movían los planetas ni, por supuesto, a los ecuantes ptolemaicos.

Pese a todo, cuando en el De Revolutionibus se efectúan los cálculos matemáticos y, en los últimos capítulos, se ofrece la imagen definitiva del universo, Copérnico introduce correcciones a esta imagen simplificada y añade epiciclos menores y excéntricas, de modo que, en cuanto al número de círculos, no difieren demasiado el sistema de Ptolomeo y el de Copérnico, ni tampoco éste aumenta demasiado la exactitud de los cálculos astronómicos; a la postre, el sistema copernicano definitivo no se identifica con el propuesto inicialmente en el Commentariolus. No siendo mucho mejor, desde el punto de vista matemático y astronómico, el sistema copernicano que el ptolemaico, el copernicano gozó pronto de gran aceptación: se impusieron la gran simplicidad y la armonía que atribuía al nuevo modelo astronómico de universo.

Los grandes avaladores del sistema copernicano, Kepler, Galileo y Newton, demostraron que el universo era realmente como Copérnico había supuesto.

(Ver texto).


El sistema heliocéntrico copernicano

Bibliografía

Del autor

  • Copérnico, N.; Bigges, Th. y Galileo Galilei, Opúsculos sobre el movimiento de la tierra. Alianza Ed., Madrid, 1983.
  • Copernico, N., Sobre las revoluciones de los orbes celestes. Tecnos, Madrid, 1987.
  • Copérnico, J., Sobre las revoluciones. Tecnos, Madrid, 1987.

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