No se ha añadido ninguna twiki todavía.

En el estudio de este tema distinguiremos entre el estructuralismo como corriente metodológica contemporánea, y el estructuralismo lingüístico (que, de hecho, es la base de aquél).

En la historia de la filosofía entendemos por estructuralismo aquella corriente metodológica contemporánea que ha marcado profundamente la orientación de las ciencias sociales y otros ámbitos de la cultura, y que ha tenido especial importancia, durante los años sesenta y setenta del siglo XX, en la orientación de la lingüística, la etnología, la filosofía de la historia, la crítica literaria y la sociología, y ha sido un intento de dotar a las ciencias del hombre de un método científico propio, distinto del de las ciencias empíricas.

El núcleo teórico de esta corriente de pensamiento está definido por la noción de estructura, y surge como un rechazo de las orientaciones de carácter historicista y subjetivista, a la vez que se enmarca en el contexto del estudio del estatus epistemológico de las ciencias sociales.

El concepto mismo de estructura no está exento de una cierta ambigüedad, puesto que no surge de un único ámbito de estudio, y es utilizado en campos diversos. De hecho esta noción es usada en matemáticas, especialmente en álgebra (por ejemplo: estructura de grupo, homomorfismo, etc.), y es un concepto clave para el grupo Bourbaki; en psicología (relacionándose con el concepto de forma en la psicología de la Gestalt); en física, lógica y biología, donde a menudo es entendida como sinónimo de sistema. Además, en el ámbito de las ciencias sociales esta noción fue ya usada en cierto modo por Marx -que en su análisis de la historia y de la sociedad se basa en los conceptos de infraestructura y superestructura- y por Freud -que elabora un modelo estructural de la personalidad y del inconsciente a partir de las estructuras del yo, el superyo y el ello. Pero la noción de estructura sobre la que se basa el estructuralismo en las ciencias sociales parte fundamentalmente de la noción elaborada por la lingüística de F. de Saussure. En ella, la noción de estructura -basada en el estudio del lenguaje como sistema de signos-, es entendida como un todo que sólo puede comprenderse a partir del análisis de sus componentes y de la función que cumplen dentro del todo. Dichas estructuras tienen, pues, el carácter de una totalidad en la cual cualquier modificación de alguna de sus relaciones afecta al conjunto, ya que la estructura misma está definida por sus relaciones, su autorregulación y sus posibles transformaciones.

En el estudio del lenguaje, Saussure había establecido la distinción fundamental entre lengua y habla. La lengua sería un sistema de signos independientes del habla, la cual sería la utilización de la lengua efectuada por los hablantes. Partiendo de esta distinción, la semiología (nombre que propone Saussure para la ciencia de los signos) podría concebir el conjunto del lenguaje como una estructura, cuyo estudio debería efectuarse de modo sincrónico, y en el que el lenguaje aparecería como un sistema de relaciones en el cual el conocimiento del sistema permitiría el reconocimiento de los elementos. El método estructural en lingüística tendría como objetivo la construcción de modelos abstractos capaces de dar explicación de todos los fenómenos del lenguaje, constituyéndose como una álgebra del lenguaje. Además de Saussure, lingüistas como Martinet, R. Jakobson, N. Trubetzkoi, y el círculo de Praga, y las escuelas estructuralistas de Copenhague, la de Nueva York, con Bloomfield, entre otros, etc., desarrollaron ampliamente el método estructuralista en la lingüística.

La descripción de una estructura puede concebirse como la construcción de un modelo abstracto de relaciones y transformaciones independiente de las realidades concretas de su objeto de estudio y que, por tanto, se asemeja a una realidad inconsciente. De esta manera, puesto que la estructura es abstracta, sus elementos concretos no tienen realmente importancia ni significado (por ello Lévi-Strauss puede estudiar los mitos sin preocuparse de su sentido, centrándose sólo en sus funciones dentro de la estructura social, y también por esta razón los estructuralistas, en general, no consideran importante el sujeto humano como instancia explicativa). De esta manera, en el estructuralismo se trata de descubrir el significado de cada realidad, no diacrónicamente, es decir, a partir de su historia o de causas externas, sino sincrónicamente, a partir de ella misma, de las propias relaciones que mantienen entre sí los elementos que la componen y que, a veces, hay que buscar en su estructura profunda la cual no siempre se refleja en la estructura superficial. Este método consiste, pues, en considerar cualquier realidad humana (una lengua, una institución, una obra literaria, etc.) como una totalidad estructurada y significativa, articulada en relaciones estables y regidas por unas leyes internas que hay que buscar en su estructura profunda.

A partir de su aplicación en la lingüística, el estructuralismo empezó a extenderse a otras ciencias sociales. Así, en EE.UU., el antropólogo B. Malinowski y el sociólogo A.R. Radcliffe-Brown iniciaron las bases de las que surgiría la escuela estructural-funcionalista cuyos principales representantes son T. Parsons y R.K. Merton. En Francia, el primero fue el antropólogo C. Lévi-Strauss que lo aplicó al estudio de las relaciones de parentesco. Después R. Barthes lo aplicó a la crítica literaria, y M. Foucault, G. Deleuze y J. Derrida a la filosofía (aunque no acepten plenamente el calificativo de estructuralistas y, especialmente, los dos últimos sean ya pensadores del postestructuralismo); J. Lacan, al psicoanálisis; L. Althusser, al marxismo; Piaget a la psicología genética, etc.

A título de ejemplo destacaremos las tesis principales de algunos autores estructuralistas.

Claude Lévi-Strauss

Para Lévi-Strauss, los fenómenos sociales tienen carácter de signos (ver cita): los sistemas de parentesco, las reglas del matrimonio, las formas de intercambio, etc. son como una especie de lenguaje que permite la comunicación (inconsciente) entre los individuos y los grupos sociales. Por ello, Lévi-Strauss puede extender el método estructuralista de la lingüística a la antropología cultural (ver texto ). En resumen, dicho método consiste en:

1) observación de los hechos desde una perspectiva sincrónica;

2) consideración del conjunto de los elementos integrantes en sus relaciones recíprocas;

3) formulación de hipótesis capaces de hallar las reglas y transformaciones de esta estructura;

4) construcción de un modelo de la estructura que es, siempre, una estructura profunda e inconsciente para los miembros de la comunidad estudiada.

De esta manera la lingüística actúa como un modelo en un doble sentido: por una parte, ofrece un modelo de tratamiento metodológico riguroso de hechos sociales y culturales y, por otra parte, permite tratar dichos fenómenos como sistemas de comunicación.

J. Lacan, inspirándose tanto en Lévi-Strauss como en Jakobson, hace una reinterpretación del psicoanálisis de Freud, y concibe el inconsciente como una estructura lingüística. El lenguaje es la condición del inconsciente y, a la vez, éste tiene estructura de lenguaje.

Michel Foucault

Foucault aplicó el estructuralismo al estudio del saber. Pero, puesto que se opone a toda forma de historicismo, no lo estudia desde la perspectiva de la historia, sino desde una arqueología. Formula el concepto de episteme, que en él sustituye al concepto de estructura, para desvelar las distintas formas de manifestarse el saber en el conjunto de relaciones que se dan en una época determinada entre las ciencias. De esta manera puede trazar el campo epistemológico en el que se desarrollan las ciencias y las técnicas (ver texto ).

Como consecuencia de su posición antihistoricista y de la misma noción de estructura, el estructuralismo es una forma de antihumanismo metodológico que proclama la «muerte del hombre».

De hecho, los estructuralistas sostienen que ni la lingüística, ni la etnología, ni el psicoanálisis hablan ya del hombre mismo, sino de la lengua, las estructuras del parentesco y del inconsciente. El sujeto (particular) ha sido expulsado de la ciencia, que trata de estructuras (universales). Por ello, Lévi-Strauss proclamaba de forma provocadora que «el fin último de las ciencias humanas no es constituir al hombre, sino disolverlo» (ver texto ). En la estructura -señala Lévi-Strauss-, las reglas no están en los elementos, sino que éstos dependen de aquellas, que son supraindividuales y no conscientes. Dichas reglas inconscientes, que son básicamente las mismas para todos, son las que imponen formas a los contenidos. Por esta razón Ricoeur ha señalado que el estructuralismo de Lévi-Strauss aparece como una especie de kantismo sin sujeto trascendental. En el estructuralismo el cogito cartesiano queda diluido en el seno de las estructuras inconscientes, y el yo se sustenta sobre las estructuras colectivas del lenguaje.

La constitución de estructuralismo como corriente metodológica se efectuó principalmente en Francia, en abierta pugna con la corriente existencialista representada por Sartre (en el Pensamiento salvaje Lévi-Strauss polemiza directamente con dicho autor), y con todas las formas de pensamiento historicista, incluido el marxismo (con la excepción de Althusser y otros que intentaron una revisión estructuralista del pensamiento de Marx, y distinguieron entre un primer Marx, humanista e historicista, y un segundo Marx científico que habría abandonado sus primeras posiciones). En el seno de esta pugna, el estructuralismo fue acusado, especialmente por el mismo Sartre, por Gurvitch, Lefebvre, etc. de constituirse en una mera ideología formalista que conducía a posiciones conservaduristas.

Bibliografía sobre el concepto

  • Rombach, H., El hombre humanizado. Antropología estructural. Herder, Barcelona, 2004.
  • Rombach, H., El presente de la filosofía. Herder, Barcelona, 2007.
  • Lévi-Strauss, C., Problemas del estructuralismo. Ed. Univ. Córdoba, Córdoba (Argentina), 1967.
  • Lévi-Strauss, C., las estructuras elementales de parentesco. Paidós, Barcelona, 1981.

Relaciones geográficas

Cargando el mapa…