(en griego Γοργίας ο Λεοντίνος)
Filósofo sofista griego. Nació en Leontinos, en Sicilia, ca. 485/490 a.C. y viajó por toda Grecia, de ciudad en ciudad, como sofista, enseñando y practicando la retórica. Tuvo una larga vida y murió ca.391/388 a.C. Es contemporáneo de Protágoras y fue discípulo de Empédocles pero, al parecer, le marcó decisivamente la influencia de la escuela eleática, que hizo entrar en crisis sus convicciones, conduciéndole a mantener tesis nihilistas, que expuso en su obra principal, y la única plenamente filosófica: Sobre la naturaleza y sobre el no-ser. Siendo ya mayor vivió durante un tiempo en Atenas. Fue maestro de Tucídides, Agatón, Isócrates, Critias y Alcibíades. Platón le hace aparecer como interlocutor de Sócrates en un diálogo que lleva su nombre.
En su obra Sobre la naturaleza o sobre el no-ser ataca la postura eleática, y defiende el escepticismo. Sus ideas pueden resumirse en tres tesis:
- Nada existe.
- Si existiera algo no podría ser conocido.
- Si algo existente pudiera ser conocido, sería imposible expresarlo con el lenguaje.
1) La primera tesis la defiende de la manera siguiente. Si algo fuese debería o bien ser eterno o no serlo. Si fuese eterno, habría de ser infinito y, si fuese infinito, no podría estar en nada. Pero, lo que no está en nada no existe. Por otra parte, si no fuese eterno, debería haber comenzado a ser, pero, para comenzar a ser, antes debería no ser, lo que es imposible, ya que el no ser no es. Así, ni es eterno ni tiene origen y, por tanto, no es.
2) La segunda tesis parte de la afirmación de Parménides según la cual no es posible pensar el no ser. Pero, si el no ser no pudiese ser pensado, no habría el error. Dado que el error existe, se infiere que puede pensarse el no ser. Así, podemos decir que hay cosas pensadas, que no existen, y cosas no existentes (como personajes míticos, por ejemplo) que pueden ser pensadas. De esta manera señala, contra Parménides, que existe una escisión entre pensamiento y ser y, por tanto, si algo fuese, no podría ser pensado. (Nótese que Gorgias usa como método de razonamiento el procedimiento de reducción al absurdo, tan hábilmente desarrollado por Zenón de Elea y otros eleatas).
3) La tercera tesis defiende que la palabra no comunica más que sonidos. Mediante el lenguaje no transmitimos colores, sabores, tamaños, etc., sino solamente sonidos. Y, al igual que la vista no ve los sonidos, el oído no oye los colores. Con ello pone de manifiesto el divorcio existente entre signo y significado, y destaca la imposibilidad de transmitir la realidad mediante la palabra.
Se ha afirmado que estas tesis de Gorgias eran más bien un mero ejercicio retórico por el cual quería demostrar que, mediante el uso habilidoso del lenguaje, es decir, mediante la retórica, se podían defender incluso las tesis más absurdas. Sin embargo, más bien se cree que, aunque realmente Gorgias quiso poner en ridículo las tesis de los seguidores de la escuela de Elea, acabó abrazando un profundo nihilismo y escepticismo. Por ello, partiendo de esta situación de crisis, se volcó en la enseñanza de la retórica, pero sin querer enseñar la virtud, sino solamente el uso persuasivo del lenguaje. De esta manera, concibió su enseñanza como transmisión de un arte de persuasión basado en una ética de situación fuertemente relativista. Destacó el inmenso poder de la palabra, la magia del logos que seduce, persuade y transforma el alma, y la comparó a la acción de los fármacos sobre el cuerpo. También el lenguaje puede sanar o enfermar un alma. Además, fue el primero en estudiar el lenguaje desde una perspectiva estética y analizó la esencia de la poesía. Concebía el arte como un engaño, pero un engaño inteligente que ennoblece a quien lo practica (porque muestra su capacidad de fabulación e imaginación) y a quien se deja engañar (porque muestra la inteligencia de comprender el mensaje del artista). Estas reflexiones sobre el arte fueron posteriormente recogidas por Platón (que destacó el aspecto de engaño y de imitación del arte) y por Aristóteles (que subrayó el aspecto purificador o catártico del arte). Otras obras destacables de Gorgias son: Encomio de Helena, y Defensa de Palamedes.
Relaciones geográficas
Autores de la época