Escuela formada por los tres primeros pensadores griegos que abre la tradición filosófica occidental. El primero de ellos, considerado como el primer filósofo de la historia, fue Tales, uno de los llamados siete sabios de Grecia, y la tradición que creó fue proseguida por su discípulo Anaximandro y por el discípulo de éste último, Anaxímenes.
Estos filósofos presocráticos del siglo VI a.C. desarrollaron sus investigaciones filosóficas y científicas en la ciudad de Mileto, una colonia griega próspera e importante en la región de Jonia, en las costas de Asia Menor, por ello también son conocidos como los milesios. En conjunto, su obra es la que marca definitivamente el llamado paso del mito al logos e inicia la tradición de la ciencia y la filosofía occidentales. Los pensadores de esta escuela desarrollaron sus actividades durante poco menos de un siglo, hasta la destrucción de Mileto por los persas en el año 494 a.C., pero su influencia fue enorme.
Si dichos pensadores son ya propiamente filósofos y no meramente forjadores de mitos, es debido a que su pensamiento y su actividad estuvieron animados por una fuerte actitud crítica, alejada de las crédulas formas dogmáticas del pensamiento sometido a cánones fijos, como el pensamiento de tipo religioso. Fue esta actitud crítica la que les permitió afrontar con una nueva mentalidad el conjunto de saberes de su época y, en especial, críticamente, la tradición mitológica anterior y no aceptar sin razonar la pretendida verdad de los relatos y tradiciones míticas (ver texto ). Fue Aristóteles (Metafísica, A, 983b 20) quien elaboró esta distinción entre los que describieron el mundo en clave sobrenatural y mítico (theologos, les llama) y los que lo describieron en términos naturales y físicos (fisiólogos), y señaló a Tales de Mileto y sus discípulos como los primeros que propiamente crearon la filosofía.
Aunque cada uno de estos tres pensadores desarrolló un pensamiento propio y bien diferenciado, compartían algunas características en común, de entre las que destacamos las siguientes:
1) En general dirigieron su investigación hacia el estudio de la physis (φύσις) y hacia la búsqueda del arkhé (ἀρχή) o principio cósmico universal del que todas las cosas proceden, ya que estaban convencidos de que, más allá de las apariencias sensoriales que nos muestran una realidad cambiante, múltiple y diversa, se podía encontrar un principio explicativo fundamental accesible mediante el uso de la razón.
2) Su investigación acerca de este principio cósmico, universal, único, o arkhé, superaba las anteriores concepciones míticas y religiosas que hacían depender todo lo real de la libre y arbitraria voluntad de los dioses o de la ciega fuerza del destino o moira. En contra de esto, los filósofos de la escuela de Mileto sustentaron que todo cuanto existe es un cosmos (ϰόσμος), es decir, orden, porque está sometido a leyes o regularidades físicas que ordenan lo existente, y que pueden ser descubiertas por la razón ya que no están sometidas al arbitrio de fuerzas sobrenaturales, sino regidas por la necesidad.
3) De esta manera, dicha oposición entre la arbitrariedad (representada por la libre voluntad de los dioses) y la necesidad (representada por leyes que pueden ser descubiertas por el λόγος), juntamente con la reflexión sobre la diferencia entre el mundo que es captado por nuestros sentidos (que nos ofrece una multiplicidad de objetos distintos y cambiantes), y la realidad del arkhé único del que procede toda diversidad, pluralidad y cambio (que sólo es captado por la razón) fue el primer paso en la formación de un pensamiento liberado de lo sobrenatural y mítico.
4) Sustentaron también que la physis está animada por una fuerza inmanente, razón por la cual no es preciso buscar más allá de la naturaleza misma un principio explicativo de su mutabilidad y cambio. Esta tesis es conocida con el nombre de hilozoísmo.
Pero cada uno de estos tres pensadores concibieron el ἀρχή de una manera distinta. Así, según Tales era el agua, puesto que se manifiesta fácilmente en los tres estados de agregación de la materia: como líquido, como sólido y como vapor y, además, a cada uno de estos tres estados le corresponden propiedades cualitativas distintas (más liviano el gas, más pesada el agua, más frío el hielo, más caliente el vapor...etc.). Por otra parte, esta concepción del agua como principio le unía a tradiciones anteriores, aunque en el pensamiento de Tales ya se desvinculan de los aspectos míticos y antropomórficos. Anaximandro, en cambio, pensaba que el ἀρχή era el ἄπειρον (ápeiron), es decir, lo ilimitado, puesto que según él ninguna sustancia actualmente visible podía ser el principio de lo existente, ya que todo cuanto existe es ya fruto de un previo proceso de transformación. Anaxímenes, sintetizando en parte las tesis de sus dos predecesores, sustentó que el ἀρχή es el aire, pues -según él- cumple con la condición de ser ilimitado como el ἄπειρον de Anaximandro, pero es una entidad de la que podemos tener constancia, como el agua de Tales. Pero, además, el aire se le aparecía como la manifestación de aquel principio de animación propio del mencionado hilozoísmo, ya que todo cuanto está vivo respira. No obstante, lo más destacable de la posición de Anaxímenes fue su tesis de la reducción de los aspectos cualitativos a diferencias cuantitativas: todo cuanto existe se puede explicar apelando a la ley de la condensación o rarefacción del aire.
Relaciones geográficas