(del latín sensatio, de sentire, percibir por los sentidos)
En sentido amplio, el hecho de percibir por los sentidos, o también cualquier impresión confusa de tipo interno, sentimiento o afecto. Propiamente, el fenómeno psicofisiológico por el que un órgano sensorial capta, transmite y elabora un determinado tipo de energía que le proporciona un estímulo externo. A este fenómeno de tipo específicamente fisiológico, le corresponde en el organismo/sujeto la conciencia de entrar en contacto con el medio externo o interno.
La psicología empírica estudia la sensación desde el punto de vista psicofísico, analizando las características de los órganos receptores (piel, oído, retina, etc.) y el tipo de proceso físico y fisiológico que supone el contacto con las distintas clases de energías estimuladoras (ondas, procesos mecánicos, vibraciones, etc.). Destaca que las sensaciones no son sólo fenómenos de recepción pasiva, sino también de colaboración y aportación activas por parte del organismo, y las sistematiza, para su estudio, clasificándolas normalmente en interoceptivas, propioceptivas y exteroceptivas, esto es, sensaciones del medio interno (de necesidades y estados orgánicos), de uno mismo (situación y postura del cuerpo) y del medio externo (recepción de información del exterior), que se capta -este último- por contacto o a distancia. Las primeras son sumamente importantes en los estados afectivos, las segundas lo son para la orientación del organismo en el medio en que vive, y las terceras para la supervivencia y adaptación del individuo al medio. Las sensaciones se diversifican cualitativamente según los distintos órganos sensoriales que las producen (ver tabla) y, además de diferir por la cualidad -sólo percibida subjetivamente por cada individuo- (ver qualia), difieren según la intensidad y la duración. La psicología estudia los umbrales de la sensación: los valores de estimulación a partir de los cuales hay sensación o variación en la intensidad de la sensación.
La cuestión más importante, no resuelta aún ni por la psicología ni por la filosofía, es llegar a explicar cómo una sensación -un fenómeno en principio de tipo físico y fisiológico- llega a ser consciente; cómo fenómenos físicos se convierten en psíquicos. En realidad, éste es el problema de la interacción mente/cerebro, o mente y cuerpo (ver texto ).
Desde el punto de vista estrictamente filosófico, la sensación se ha visto siempre como el momento de contacto con la realidad (básicamente exterior), y en esto consiste precisamente el problema que plantea: si es objetiva y en qué medida lo es, es decir, si y en qué medida lo sentido (lo percibido) corresponde al mundo real y no es simple elaboración del sujeto. La relación de las sensaciones con el pensamiento se ha contemplado fundamentalmente desde dos puntos de vista: racionalismo y empirismo. Para éste, no hay conocimiento sin sensación previa; para aquél, hay conocimientos que no dependen de la sensación. Kant, en una vía de síntesis, considera vacíos los pensamientos sin sensación, y ciegas las sensaciones sin pensamiento (ver texto ),y sostiene además que todo conocimiento empieza con la experiencia, cuya «materia bruta» son las sensaciones (ver cita), pero introduce elementos a priori en el conocimiento sensible, que, como tales, no provienen de la experiencia.
La relación de la sensación con la percepción y con el conocimiento intelectual se explica de diversas maneras según las distintas tendencias psicológicas o filosóficas.
La distinción entre sensación y percepción proviene de Wundt: a la sensación se la considera subjetiva y a la percepción, objetiva; se considera que la sensación capta la unidad de los estímulos, y la percepción el conjunto; o bien que la sensación representa un estado del sujeto y la percepción un estado del mundo. Pero, en todo caso, se establece normalmente una relación de causa y efecto entre ambas y una determinada serialidad -sensación, percepción, pensamiento-, siendo siempre la sensación el material en brutode la conciencia.
Bibliografía sobre el concepto
- Luria, A.R., Sensación y percepción. Fontanella, Barcelona, 1975.