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(del griego νοῦς, nous, que originariamente se refería a la capacidad de aprehender de manera inmediata lo verdadero, mediante una visión intelectual, diferente, por tanto, de la mera visión sensorial. Procede del infinitivo νοείν, noein: visión pensante, pensamiento directo)

Captación directa mediante el pensamiento. La realización de esta actividad de aprehensión directa es la noesis. En general, nous suele traducirse por intelecto, pensamiento o espíritu.

Esta noción presenta una cierta ambigüedad, ya que tanto puede entenderse como designación de la capacidad o facultad del pensamiento o como designación de una entidad pensante. En este último sentido aparece en Anaxágoras para quien el νοῦς es un principio eterno e infinito que ordena el caos para convertirlo en cosmos, o sea, es un principio ordenador y legislador del universo (loado por Aristóteles como primera formulación de un principio de orden; ver cita). De esta manera, adquiere connotaciones de divinidad.

Platón
Aristóteles

En varios textos, como en el de la metáfora de la línea, por ejemplo, Platón llama nous a la parte superior del alma, la más divina, cuya actividad es la noesis que es la que permite el pleno conocimiento de las ideas (ver texto ). En el Filebo y en el Timeo adopta la noción del nous , semejante a la de Anaxágoras, como entidad equiparable al demiurgo. No obstante, reprocha a Anaxágoras el poco papel que asigna al nous pues, según Platón, que reproduce una crítica de Sócrates (Fedón 97b-c.), Anaxágoras solamente concibe el nous como impulsor inicial del mundo, pero después explica éste de manera mecanicista.

Aristóteles distingue entre el pensamiento dianoético, que es el proceso del razonamiento discursivo, del conocimiento noético que supone la captación inmediata de los principios. En este contexto, Aristóteles considera el nous como una especie de alma (psique), la única que «puede darse por separado, como lo eterno de lo perecedero» (De Anima, 413 b25.), lo que, desde Alejandro de Afrodisia fue interpretado como un intelecto agente (nous poietikós) separado e inmortal, pero no individual y propio de cada hombre (ver texto ). En el contexto de su cosmología, Aristóteles identifica el nous con la divinidad y con el primer motor inmóvil, cuya única actividad consiste, según Aristóteles, en pensarse a sí misma (nóesis noeseos, ver texto ). Por su parte, Plotino y los neoplatónicos consideraban el Nous como la segunda hipóstasis, engendrada por el Uno y engendradora del alma del mundo.

Cuando el término nous se traduce como pensamiento no comparte la ambigüedad de este término castellano (el pensamiento, un pensamiento) , pues sólo se refiere a la facultad de aprehensión intelectual, no al contenido de ésta, pues si la actividad del nous es la nóesis, su objeto es el nóema.