Filósofo alemán, representante de la tradición racionalista alemana originada en Leibniz, y máximo representante de la Aufklärung o ilustración alemana.
Nació en Breslau, y estudió teología y filosofía en Jena. Fue profesor de filosofía y teología en la Universidad de Leipzig. Recomendado por Leibniz fue a Halle en 1706 como profesor de matemáticas. Pero pronto empezó a desarrollar su propio sistema de lógica, metafísica y moral. Sus posiciones poco ortodoxas le causaron problemas con los pietistas, que lograron que Federico Guillermo I le expulsase de Halle. Refugiado en Marburgo, siguió su sistema filosófico hasta que el joven Federico Guillermo II le restituyó su puesto de profesor en Halle, donde prosiguió hasta su muerte dedicado especialmente a la filosofía del derecho natural. Su obra, que a veces es conocida como filosofía leibnizo-wolffiana, es más original de lo que esta etiqueta pretende, pues abandona a Leibniz en muchos aspectos. En especial, rechaza la idea de la mónada entendida como sustancia espiritual que sustituye a la materia, y se acerca a posiciones más mecanicistas, ya que, para él, el orden del mundo, aunque sigue la leibniziana armonía preestablecida, se asemeja mucho a un reloj o a una máquina. A diferencia de Leibniz, tampoco acepta el pleno acuerdo entre filosofía y religión revelada. Pero el aspecto más característico de la obra de Wolff es su actividad sistematizadora de la filosofía y su afán de crear una terminología filosófica (que en buena parte ha llegado hasta nuestros días). Divide la filosofía en dos grandes ramas:
Esta clasificación presupone la lógica como propedéutica, que, a su vez, está basada en el principio de no contradicción, que actúa también como principio de razón suficiente. La exigencia básica de Wolff es la de constituir un método de investigación racional orientado hacia la fundamentación (que influyó poderosamente sobre Baumgarten, M. Mendelsshon, Kant y, en general, sobre todo el idealismo alemán), capaz de dar razón de cada uno de los pasos y razonamientos de la razón misma. Este proceso de fundamentación debe basarse en el principio de no contradicción, aunque cabe distinguir dos tipos distintos de contradicción: a) en sentido fuerte: la referida a la deducción y a la ciencia, propia del conocimiento superior, y b) en sentido débil, la referida al conocimiento inductivo que trata de las relaciones entre ideas y hechos históricos.
Como filósofo ilustrado quiso realizar el ideal de la Aufklärung a través del desarrollo del derecho natural, base de todo derecho positivo. Su influencia fue muy grande en Alemania y todos los países de habla germánica, hasta el punto de que, hacia 1730, la mayor parte de la filosofía académica alemana era wolffiana. Desarrolló una frenética actividad y publicó gran cantidad de textos que escribió primero en alemán y, después, en latín, ya que quería ser un autor abierto a todo el género humano. De entre sus discípulos merece destacarse Martin Knutzen (1713-1751), que sería profesor en Königsberg y maestro de Kant. Entre sus adversarios destacan P.L. Maupertuis y, especialmente, Christian Crusius.
Bibliografía
Del autor
- Wolff, Christian, Pensamientos racionales acerca de Dios, el mundo y el alma del hombre, así como sobre todas las cosas en general (Metafísica Alemana). Akal, Madrid, 2000.
Relaciones geográficas