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Es el objetivo fundamental de toda ciencia. Las ciencias pretenden, sustancialmente y ante todo, dar explicaciones sistemáticas y bien fundamentadas del máximo numero posible de regularidades naturales. Por explicación hay que entender, en principio, toda respuesta que sigue a un «¿por qué?». Como las preguntas son ambiguas y pueden hacerse desde muchas perspectivas, los tipos de explicación que se intentan son también múltiples. Normalmente se entiende que las explicaciones se hacen recurriendo a leyes y principios y que éstos son satisfactorios (ver texto ). No son explicaciones satisfactorias, y no son, por tanto científicas, aquellas que recurren a la intervención de poderes o seres imaginarios; las que provienen de la llamada «filosofía popular», o de la «sabiduría popular» y las que son propias de las técnicas y saberes prácticos. Este tipo de explicación ha cumplido su propia función histórica, como antesala y preparación de la ciencia (ver texto ), pero ésta, asumiendo los mismos objetivos (entender y explicar el mundo) ha mejorado la manera de hacerlo (metodología científica).

Según Nagel, hay cuatro modelos fundamentales de explicación (ver texto ):

1. Modelo deductivo:

Según este modelo, cuya elaboración se debe principalmente a Hempel y Oppenheim, y que adoptó la concepción heredadade la ciencia, las explicaciones se expresan en forma de argumentos deductivos, en los que las premisas, denominadas explanans justifican necesariamente la conclusión, que se llama explanandum. Adopta el siguiente esquema:



donde E es la consecuencia lógica o explanandum, enunciado que describe el hecho igualmente explanandum; L1, L2, ... son leyes generales y C1, C2, ... enunciados que describen hechos particulares o condiciones iniciales, y que reciben el nombre de explanans. Se llaman también explicaciones nomológico-deductivas (N-D), porque suponen que el hecho que debe explicarse queda abarcado o protegido por una ley (de ahí que también reciban el nombre, dado por W. Dray, de modelo de ley protectora o de cobertura: Covering Law Model).

La «explicación causal» -aquella que explica mencionando la causa de un fenómeno- se considera un caso especial de este modelo. Si se trata de explicar un hecho concreto particular y el tipo de ley general utilizado en la premisa (L1, L2, ...Lr) es una ley causal, por razón de la cual las condiciones iniciales (C1, C2, ...Ck) se convierten en condiciones suficientes para que se produzca el explanandum, hablamos de modelo causal nomológico-deductivo. Todo modelo causal es nomológico-deductivo, pero no a la inversa (ver ejemplo).

Según Hempel, este modelo debe cumplir con determinadas condiciones (3 lógicas y 1 empírica):

El explanandum debe ser una consecuencia (deductiva o probabilística) del explanans;

elexplanans debe contener al menos una ley general, en la que se funda la fuerza deductiva o probabilística del explanandum;

la premisa legaliforme del explanans debe cumplir con el requisito de contrastabilidad empírica (sus enunciados han de ser contrastables);

el explanans ha de ser verdadero (ver texto ).

2. Modelo probabilístico

Explicación propia de aquellas ciencias que recurren a hipótesis probabilísticas o estadísticas, por ejemplo, las leyes de la herencia (ver ejemplo). En este caso, las leyes a las que podemos recurrir para explicar el problema, al ser de naturaleza probabilística o estadística, no permiten el uso de un esquema nomológico-deductivo. En aquellos casos en que la premisa que tiene forma de ley es de carácter estadístico, la conclusión, el explanandum, no se deduce necesariamente y tiene sólo un valor de probabilidad (estadística); o lo que es lo mismo, el explanans implica al explanandum sólo con un cierto grado (por elevado que sea) de probabilidad. Se trata, por consiguiente, de un razonamiento inductivo y la clase de explicaciones que siguen este modelo se denominan explicaciones probabilísticas o inductivo-estadísticas (I-E), que gozan de probabilidad inductiva o lógica, por lo que sólo confieren verosimilitud.

Como que este modelo inductivo-nomológico admite la posibilidad de construir dos explicaciones con explanans lógicamente compatibles, cuyos explanandum resultan lógicamente incompatibles entre sí (ver ejemplo), Hempel precisó posteriormente que una explicación de este tipo es buena sólo si muestra que su explanandum tiene una alta probabilidad de ocurrir.

3. Modelo genético

Propio de las ciencias humanas de ámbito histórico, describe la manera como ha evolucionado o variado a lo largo de la historia el explanandum, u objeto que debe explicarse, a partir de otro anterior. En las premisas deberá incluirse un gran número de sucesos o hechos particulares, que resulten pertinentes con el explanandum y que mantengan con él una supuesta relación de causa y efecto. Como toda explicación, hecha según el modelo deductivo, las premisas han de incluir también alguna ley general (fuertes tendencias). Estas leyes generales serán normalmente suposiciones generales sobre relaciones causales entre sucesos (ver ejemplo).

4. Modelo funcional o teleológico

Explica su objeto propio (explanandum propio de la biología, psicología, antropología y ciencias sociales humanas) en términos de acción, función o fin (telos). Es distintivo de los sistemas a los que, de algún modo, se atribuye «finalidad», o «intencionalidad». Se caracteriza por utilizar expresiones como: «con la finalidad de...», «para que...», etc. Lo que debe explicarse (explanandum), en una explicación de tipo funcional, es una acción, según aquella expresión: «la función de x es hacer y» (la función del corazón es bombear la sangre en el organismo). Se suele distinguir entre explicación funcional y explicación teleológica.


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La explicación funcional considera hechos generales del mundo animal que se refieren a la acción de una parte con miras al funcionamiento del todo, mientras que la explicación teleológica trata de hechos particulares de individuos dotados de la conciencia de fin (finalidad propia) o de conductas «activiformes» (que parecen tender a un fin). Una y otra suelen oponerse a las explicaciones causales.

Algunos filósofos actuales, siguiendo a Bas van Fraassen, piensan que la función de la ciencia es hacer predicciones, no la de ofrecer explicaciones. Van Fraassen considera que las explicaciones solamente tienen un valor meramente pragmático y psicológico, ya que actúan como instrumentos conceptuales destinados a reducir nuestra ansiedad ante lo inesperado, lo sorprendente o maravilloso.


Bibliografía básica.

Bibliografía sobre el concepto

  • Chavarri, E., "Modelos explicativos en Aristóteles y Hempel". «Estudios Filosóficos», 33, 1984.
  • Hempel, C. G., Filosofía de la ciencia natural. Alianza, Madrid, 1973.
  • Moulines, U., Díez, P., Filosofía de la ciencia natural. Ariel, Barcelona, 1977.
  • Nagel, E., La estructura de la ciencia. Paidós, Barcelona, 1981.
  • Hempel, C. G., La explanación en la ciencia y en la historia, p. 100-144 en P.H. Nidditch, Filosofía de la ciencia. FCE, México, 1975.
  • Bakker, G., Clark, L., La explicación. Una introducción a la filosofía de la ciencia. FCE, Mexico, 1994.

Relaciones geográficas

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