I. Condiciones lógicas de la adecuación
R1. El explanandum ha de ser consecuencia lógica del explanans: el explanandum debe deducirse lógicamente de la información que contiene el explanans, pues de otro modo el explanans no constituiría la base adecuada para el explanandum.
R2. El explanans ha de contener leyes generales, y éstas deben ser realmente necesarias para derivar de ellas el explanandum. No haremos sin embargo condición necesaria de una explicación sólida que el explanans contenga al menos una afirmación que no sea una ley; [...]
R3. El explanans tiene contenido empírico, es decir, debe ser capaz, al menos en principio, de comprobación mediante experimentación u observación. Esta condición está implícita en (R1), puesto que si se da por supuesto que el explanandum describe un fenómeno empírico, de (R1) se sigue que el explanans entraña al menos una consecuencia de carácter empírico, y este hecho le confiere comprobabilidad y contenido empírico. Pero este punto merece mención especial dado que [...] determinados argumentos que se han ofrecido como explicaciones en las ciencias naturales y en las sociales violan tal requisito.
II. Condición empírica de la adecuación.
R4. Las oraciones que constituyen el explanans deben ser verdad. Es evidente que, en una explicación sólida, las afirmaciones que constituyen el explanan han de satisfacer una serie de condiciones de corrección fáctica. Pero podría resultar más adecuado estipular que el explanans debe verse confirmado en sumo grado mediante todas las pruebas pertinentes de que se disponga, más que ser verdadero. [...]
Studies in the Logic of Explanation, en «Philosophy of Science», 15 (1948) 135s, citado por G. Bakker y L. Clark, La explicación. Una introducción a la filosofía de la ciencia, FCE, México 1994, p. 108-109. |