(del latín prosessus: ir antes, avanzarse)
Todo proceso supone un desarrollo concatenado de acontecimientos o hechos; un devenir o una derivación de algo a partir de sus principios. En la filosofía presocrática, Heráclito es el primer representante de una filosofía basada en la noción de proceso entendido como devenir fluyente (panta rei). En algunos casos se entiende como desarrollo interno de una realidad o de una serie de acontecimientos que se efectúa a través de la superación de contradicciones inmanentes. Esta última concepción corresponde a la noción de proceso dialéctico, tal como se desarrolla en la filosofía hegeliana y en el marxismo. En general, las filosofías que han dado un lugar importante a la noción de proceso han contrapuesto esta noción a la de sustancia, de forma que puede hablarse de filosofías procesualistas (el marxismo o las filosofías evolucionistas, por ejemplo) contrapuestas a concepciones sustancialistas. A su vez, las concepciones procesualistas se han desarrollado también en ámbitos bien distintos: en el de la naturaleza da lugar a concepciones evolucionistas, mientras que en el ámbito de filosofías de tipo más cercano al espiritualismo han originado concepciones como las defendidas por la filosofía de Whitehead, la concepción de la duración de Bergson, o como la del Stream of Thought de William James.
A veces el término proceso ha sido empleado como sinónimo de modo de actuar u obrar, es decir, como sinónimo de método o desarrollo del razonamiento, como cuando se habla del proceso resolutivo-compositivo galileano, por ejemplo.
Por otra parte, el neoplatonismo se basa en la noción de procesión (del latín processio, etimológicamente próxima a la de proceso), entendida como relación de emanación entre lo Uno y las realidades emanadas de él. Para Plotino la procesión es también la irradiación de una imagen que proyecta cada ser.
En el psicoanálisis de Freud se distingue entre el proceso primario (que se corresponde con el funcionamiento del principio del placer) y el proceso secundario (correspondiente al funcionamiento del principio de realidad).