(del latín nomen, nombre, término)
En la cuestión de los universales, la postura, iniciada por Roscelino, que sostiene que los universales no son ni conceptos (conceptualismo) ni objetos (realismo), sino sólo «nombres», que se aplican a grupos de cosas semejantes; la única realidad que corresponde al nombre es la emisión de sonido al pronunciarlo (flatus vocis) y la del individuo singular al que se aplica.
Los principales nominalistas medievales son
Juan Roscelino, Pedro Abelardo y Guillermo de Occam.
El nominalismo ha influido gran parte el pensamiento medieval a partir del s. XVI. Desde un punto de vista teológico, la desaparición de la idea de esencias o sustancias conlleva la confusión entre los seres y su actividad. En definitiva, una actitud escéptica frente a la metafísica y una teología de puras facticidades que deben ser comprobadas a posteriori. Se comprende pues el desfavor creciente con que este tipo de pensamiento fue visto en la Iglesia.
En la filosofía analítica actual, en la que también se ha suscitado el mismo problema, pueden considerarse nominalistas, entre otros, Ludwig Wittgenstein, John L. Austin, Peter F. Strawson, Willard Van Orman Quine y Nelson Goodman.
Bibliografía sobre el concepto
- Armstrong, D. M., Nominalism and Realism (2 vols.). Cambridge Univ. Press, Cambridge, 1978.
Relaciones geográficas