(del griego Ακαδημία, akadémeia) Nombre dado a la escuela que, en el año 387 a.C., a la vuelta de su primer viaje a Sicilia, fundó Platón en las afueras de Atenas, junto al parque del santuario dedicado al héroe Akádemos. La Academia, consagrada a las Musas y a Apolo, y dedicada al cultivo de las matemáticas y la dialéctica, en oposición a la escuela retórica de Isócrates fundada en el 391, fue el centro de las enseñanzas de Platón y del platonismo. En el frontispicio, según se dice, figuraba la leyenda: «Nadie entre aquí si no es geómetra». Su programa de estudios se acomodaba probablemente al que se refleja en República (libro VII), al tratar Platón de la formación de los filósofos, y se llevaba a cabo mediante diálogos, debates, discusiones y lecciones tanto de Platón, como de discípulos aventajados y personalidades famosas que pasaban por Atenas.
Después de Platón, fueron escolarcas famosos de la Academia: Espeusipo, sobrino de Platón (347-338), Jenócrates de Calcedonia, el primero que dividió la filosofía en física, ética y lógica (338-314), Polemón de Atenas (314-269) y Crates de Atenas (269-264). A esta época pertenecen Eudoxo de Cnido (400-347) y Heráclides Póntico (390-310), grandes astrónomos miembros de la Academia. Con Arcesilao de Pitanes se inicia el período escéptico de la Academia (Academia media), cuyo exponente principal fue Carneades de Cirene (Academia nueva). Filón de Larisa, hacia 110, introduce el eclecticismo en la que se denomina la IV Academia. Perduró como exponente más o menos fiel de la tradición platónica hasta el año 529 d.C., cuando el emperador Justiniano mandó clausurar todos los centros de enseñanza no cristianos.
Ver Academia florentina.
Relaciones geográficas