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(del griego ἔϰστασις, extasis, fuera de sí)

El significado de dicho término puede entenderse, por lo menos, en tres sentidos diferentes:

  • 1) desde una perspectiva religiosa,
  • 2) desde una perspectiva psicológica y
  • 3) desde la filosofía existencial.
Jean Paul Sartre
Martin Heidegger

1) En muchas concepciones religiosas este término designa un estadio supraintelectual de comunión o identificación con la divinidad, fruto de la experiencia mística que, mediante el abandono de toda experiencia sensorial, permitiría la supresión de la alteridad entre el sujeto que contempla lo divino y esta divinidad contemplada. En la espiritualidad cristiana se refiere a una experiencia que transporta al creyente a Dios, con tal violencia psicológica que pierde momentáneamente el uso de sus sentidos, y aun de toda conciencia de la realidad exterior o de sí mismo. La noción del éxtasis como culminación de la contemplación religiosa aparece ya en Filón de Alejandría y es especialmente desarrollada por Plotino (ver texto ) y los neoplatónicos, que conciben el éxtasis como la fase de retorno hacia lo Uno, que se consigue a través de un proceso de purificación moral ( ver texto). Aunque también San Agustín trata del éxtasis, esta noción tuvo un gran impacto en la filosofía medieval (especialmente en Escoto Eríugena y en Bernardo de Claraval, que lo denomina excesus mentis) a través de los escritos del filósofo neoplatónico Pseudo Dionisio, que durante mucho tiempo fue considerado como Dionisio Areopagita, discípulo de San Pablo. De manera semejante, esta noción pasó a formar parte de las concepciones de los místicos alemanes del siglo XIV (Eckhart, Tauler, Suso), y también fue tematizada por Giordano Bruno.

2) En la época moderna, los psicólogos han señalado las semejanzas entre los estados de éxtasis y de trance con los producidos por las alteraciones psíquicas inducidas por ciertas drogas que actúan sobre los neurotransmisores sinápticos (ver cerebro).

3) Desde una perspectiva completamente diferente, y atendiendo fundamentalmente a la etimología del término ἔϰστασις, Sartre y Heidegger han llamado éxtasis a las tres dimensiones del tiempo.

«Advenir, sido, presente, ostentan los caracteres fenoménicos del «a sí», del «retro..,», del «dejar que hagan frente»....Los fenómenos del «a...», «retro...», «cabe...», revelan en la temporalidad lo ἔϰστασικόν por excelencia. La temporalidad es el original «fuera de si» en y para sí mismo. Llamamos, por ende, a los caracterizados fenómenos del advenir, el sido y el presente los «éxtasis» de la temporalidad. Ésta no empieza por ser un ente que luego sale de sí, sino que su esencia es la temporación en la unidad de los éxtasis».

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Martin Heidegger, El ser y el tiempo, FCE., México 1974, 5ª ed., p.356.

(Ver texto más amplio de M.Heidegger sobre el éxtasis y el avenir ).


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