¿Qué es?
Fundador de la «Fenomenología», que entendía como método para el desarrollo de una ciencia a priori. La idea básica de la fenomenología es que existe una correlación universal y a priori entre los objetos y sus formas de percepción en el sujeto, que llama «Intencionalidad». A través de los pasos metódicos de la «Epojé» y la «Reducción», se inhiben las connotaciones de los objetos que trascienden los datos de la conciencia, permitiendo así su percepción dentro de la correlación sujeto-objeto. En dichos análisis intencionales, se muestra cómo se crean los significados objetivos. En la segunda etapa de su recorrido, Husserl introduce la conciencia intencional en un contexto trascendental y, en la tercera fase, además, en un contexto socio-histórico. La fenomenología puede considerarse una de las contribuciones más importantes a la filosofía del siglo XX.
Equipo Encyclopaedia Herder
Filósofo alemán, nacido en Prossnitz, Moravia, provincia entonces del imperio austrohúngaro. Estudia en Leipzig; se interesa primero por las matemáticas, que estudia en Berlín con Karl Th. Weierstrass, y luego por la filosofía, convirtiéndose en discípulo de Franz Brentano, en Viena; de él heredará el concepto fundamental de intencionalidad, base de su filosofía. Enseña en Halle, Gotinga y Friburgo y con su docencia y sus publicaciones crea una escuela de fenomenólogos, base de la fenomenología, una de las dos orientaciones filosóficas que, junto con el neopositivismo del Círculo de Viena, llena el panorama filosófico de buena parte del s. XX. En 1891 publica, bajo la influencia directa de las ideas de Brentano, Filosofía de la aritmética, obra criticada por G. Frege por su orientación psicologista. En sus Investigaciones lógicas (2 vols., 1900-1901), influido ahora por Bernhard Bolzano, rechaza el psicologismo inicial y se orienta hacia la valoración objetiva de las formas lógicas y de las esencias, delineando las líneas maestras del método fenomenológico, que desarrollará más plenamente en Ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía fenomenológica (1913).
Su docencia en Gotinga señala el comienzo del desarrollo de la escuela fenomenológica, y de allí surgen algunos de sus discípulos importantes, como Max Scheler y Dietrich von Hildebrand, igual como surgirán luego, en el período de docencia en Friburgo, Eugen Fink, Ludwig Landgrebe y Martin Heidegger. En este último período publica Filosofía como ciencia estricta (1910-1911) y en 1913 funda el anuario «Jahrbuch für Philosophie und phänomenologische Forschung» [Anuario para la filosofia y la investigación fenomenológica] (1913-1930), donde los fenomenólogos publican sus estudios e investigaciones (en él aparecerá, por ejemplo, Ser y tiempo, de Heidegger). En 1916, sucediendo al neokantiano Heinrich Rickert, obtiene la cátedra de filosofía de Friburgo de Brisgovia, que mantendrá hasta 1929. A este periodo pertenecen las obras Lecciones sobre la fenomenología de la conciencia interna del tiempo (obra publicada por Heidegger en 1928), Lógica formal y trascendental (1929) y Meditaciones cartesianas (1931), que marcan la última evolución de su pensamiento. Escribe también La crisis de las ciencias europeas y la fenomenología trascendental (Belgrado, 1936), cuando ya ha tenido que abandonar la universidad, expulsado de ella por los nazis a causa de su origen judío; la obra es como su testamento intelectual y en ella -en la vigilia de los grandes desastres de la Segunda Guerra Mundial- culpa de la pérdida del objetivo colectivo de la racionalidad, nacida en Europa, a la crisis de la ciencia que ha olvidado el «mundo de la vida» (Lebenswelt). Las 40.000 páginas escritas que dejó al morir fueron recogidas por Hermann L. van Breda, que las cedió al archivo del Instituto Superior de Filosofía de la Universidad de Lovaina (Archivo «Husserl»).
La fenomenología de Investigaciones lógicas (desechado ya el primitivo psicologismo) es denominada fenomenología descriptiva: se caracteriza como un análisis psicológico de los fenómenos de conciencia vistos desde su intencionalidad, esto es, su característica fundamental de señalar hacia un objeto de conciencia, que se intuye por su medio.
No se trata, sin embargo, de un análisis interesado en la intuición empírica del objeto, sino en la intuición que llama categorial, que atiende no al hecho psíquico del fenómeno, sino a su contenido significativo, o a la forma o esencia del objeto. La descripción de estas formas, esencias o ideas es el objeto propio de la fenomenología (ver cita).
Lo que es psicología descriptiva en las Investigaciones es, en las Ideas, propiamente fenomenología. Los objetos de conciencia sobre los que se ejerce la reflexión fenomenológica no son los simples hechos de conciencia, sino los hechos de conciencia tal como aparecen después de una reducción fenomenológica, esto es, tras una suspensión del juicio, o una epokhé, por la que se pone entre paréntesis -a modo de duda universal cartesiana- la «actitud natural», es decir, se suspende lo que denomina «la tesis inherente a la actitud natural» (la conciencia de la «realidad» del mundo y de nosotros mismos, con todos los presupuestos que lo explican; ver texto). Lo que queda, después de esta reducción, es un «residuo fenomenológico», la «conciencia pura», o la «conciencia trascendental»: todo ha quedado convertido en un ser de conciencia y, por lo mismo, todo es una vivencia intencional. Porque la conciencia es siempre «conciencia de algo», en toda vivencia cabe distinguir dos componentes: el nóema, el objeto conocido, el «sentido», y la nóesis, el acto de conciencia. Todo queda reducido al «ser como conciencia y al ser que se da a conocer en la conciencia», al ser trascendental y al ser trascendente, respectivamente (ver texto).
La indagación del contenido de los nóemas, reducidos a hechos de conciencia, no del mundo, lleva al conocimiento eidético (reducción eidética), por esencias, por «sentidos» del contenido de conciencia, captados a través de la intuición intelectual, que llama a veces metafóricamente «la mirada del espíritu» o el «rayo visual». La tarea de la fenomenología es, propiamente, la descripción de estas esencias.
El conocimiento de los nóemas nos lleva, vueltos como estamos a comprender su «sentido», a la reconstrucción del mundo. La fenomenología constituye el mundo puesto inicialmente entre paréntesis, por tres pasos sucesivos: la constitución del mundo material, del mundo animal y del mundo espiritual, o lo que es lo mismo, por la constitución de la cosa, del cuerpo y del espíritu. Se constituye así un mundo circundante (Umwelt), subjetivo, pero como la constitución del mundo lleva a suponer la de los otros «yoes», la de otras idénticas estructuras noéticas que tienen la propiedad de referirse con idéntico sentido que el mío a las cosas, los diversos mundos circundantes subjetivos entran en contacto para conformar un mundo objetivo. En Meditaciones cartesianas y La crisis de las ciencias europeas, desarrolla de modo más completo la transformación del yo trascendental en un nosotros intersubjetivo, ocomunidad de sujetos que determina la «objetividad» de la experiencia y del mundo
(ver texto).
Bibliografía
Del autor
- Husserl, Edmund, Gesammelte Werke. Husserliana. Nijhoff, La Haya.
- Husserl, Edmund, Ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía fenomenológica (2 vols.)). FCE, Mexico, 2010.
- Husserl, Edmund, Investigaciones lógicas (2 vols.). Alianza, Madrid, 1989.
- Husserl, Edmund, Invitación a la fenomenología. Paidós, Barcelona, 1992.
- Husserl, Edmund, La filosofía como ciencia estricta. Nova, Buenos Aires, 1973.
- Husserl, E., La idea de la fenomenología. Herder, Barcelona, 2012.
- Husserl, Edmund, Meditaciones cartesianas. Paulinas, Madrid, 1979.
Sobre el autor
- Colomer, E., El pensamiento alemán de Kant a Heidegger. Tomo III. el postidealismo: Kierkegaard, Feuerbach, Marx, Nietzsche, Dilthey, Husserl, Scheller. Herder, Barcelona, 2008.
- Patocka, Jan, Introducción a la fenomenología. Herder Editorial, Barcelona, 2005, 1ª ed.
Relaciones geográficas