No se ha añadido ninguna twiki todavía.

En la filosofía de Heidegger, la angustia (Angst) designa el estado que sobreviene en el darse cuenta de que la existencia del ser-ahí, cuyo rasgo fundamental es el de un arrojamiento al tener que ser, no se sostiene en otra cosa que en ese tener que ser mismo. Los entes con los cuales se relaciona el ser-ahí no constituyen, pues, el fundamento de su existencia, como sí parece a una existencia inauténtica (aquella que no asume su arrojamiento al tener que ser, con todo lo que ello conlleva, como fundamento de su existencia), por lo que Heidegger habla de una nadificación de los mismos. En todo caso, es preciso destacar que la angustia no designa aquí (como tampoco lo hacía en el caso de Kierkegaard) un estado psicológico, óntico en definitiva, sino un carácter ontológico del ser-ahí.

La analítica de la existencia, del Dasein, a través de la descripción de sus estructuras íntimas, hace patente en qué consiste el ser del ente en cuyo «ser le va este su ser»: resolverse a ir al encuentro de la muerte hace posible vivir el tiempo futuro para ser en el presente; lo que va siendo es lo que con conciencia auténtica, con el «estado de resuelto», se ha sido en el pasado, de modo que el futuro surge del pasado, del mismo modo que el pasado sólo es auténtico en vista de un futuro comprendido; el «ser ahí» vive en el presente como ser tendido entre el pasado y el futuro, con conciencia de su finitud, su facticidad, su angustia y su «ser para la muerte. En esto consiste la temporalidad e historicidad del ser humano. El «ser ahí» vive en el tiempo y la historia, no porque se halle inmerso en ellos, sino que es histórico y temporal porque tiempo e historia surgen de su mismo ser (ver cita). Se es auténticamente cuando se es de modo finito; la existencia auténtica es la finita. (Colaboración de Maite Saurí Navarro.)