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También llamada facticidad, se refiere a la característica de las cosas existentes, y que no existen necesariamente, y a las que pueden llegar a existir, puesto que no son imposibles. En el sentido clásico de la palabra, la contingencia es la característica propia de lo que no existe en virtud de su propia esencia, o de aquello cuya existencia le viene dada de fuera de su naturaleza. Aristóteles usa por vez primera el concepto cuando plantea la posibilidad de dos sucesos contradictorios, aduciendo el ejemplo de «mañana habrá una batalla naval o no la habrá»; la disyunción es necesaria, porque no es más que una aplicación del principio del tercero excluso, pero el acontecimiento a que se refiere no está determinado, porque son posibles ambas alternativas. Este último concepto de posibilidad futura fue denominado en la tradición escolástica futuro contingente, y fue tema de discusión porque se relacionaba con la omnipotencia y la presciencia divinas y la libertad humana. Por otro lado, que algo por propia naturaleza pueda ser y pueda no ser se convirtió en la característica esencial de la naturaleza creada, que existe contingentemente, pudiendo no ser, frente a la característica esencial de la naturaleza increada, Dios, que existe por necesidad de su naturaleza; y ésta es la idea central de una de las pruebas de la existencia de Dios, instituidas por la Escolástica, llamada la prueba de la contingencia. La idea de contingencia radical no tiene sentido más que en una ontología de trasfondo religioso o en el ámbito de un supuesto indeterminismo físico, de inspiración espiritualista. Pero en cuanto se refiere a los acontecimientos que dependen de la voluntad libre humana (futuros contingentes), en vez de contingencia la filosofía moderna prefiere hablar de indeterminación de la voluntad, libertad o imprevisibilidad. Autores hay, no obstante, que se remiten a la contingencia, como Sartre, que la aplica a la existencia humana, carente de toda causa y razón.
. Cualidad de aquellos enunciados que no están determinados a ser verdaderos o falsos, o no son necesariamente verdaderos o falsos; esto es, que no son ni tautologías ni contradicciones. Una de las modalidades de los enunciados (contingencia lógica) o de las modalidades aléticas (necesario, imposible y contingente).