¿Qué es?
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Teólogo y filósofo alemán perteneciente a la corriente historicista. Nació en Haunstatten y murió en Berlín. Fue profesor de teología protestante en Heidelberg y posteriormente de filosofía en Berlín. Muy influenciado por el historicismo de Dilthey (especialmente por su concepción de la noción de comprensión), así como por la corriente neokantiana y por algunos aspectos de la sociología de Max Weber, Troeltsch sitúa la individualidad como portadora de valores, y vincula historicismo y religión; devenir histórico y verdades eternas.
Para Troeltsch el historicismo es la historicidad e historización de todo lo real y de todo valor, e implica un perpetuo devenir de todas las realizaciones humanas. De manera parecida a la noción de estructura autocentralizada de Dilthey, considera la totalidad individual como categoría histórica fundamental, entendiendo por totalidad individual no sólo los individuos sino también los Estados, las culturas, las religiones, los pueblos o las clases. Bajo la influencia de Rickert, considera que estas totalidades individuales están en función de unos valores, y la misión fundamental del historiador consiste en hallar dichos valores, es decir, qué hay de único esencial e irrepetible en dichas totalidades individuales, que por el hecho mismo de ser portadoras de valores ya muestran que el relativismo o la relatividad de dichos valores presupone una absolutez. Es la relatividad misma de los valores la que permite captar lo absoluto. La filosofía de Troeltsch intenta, pues, una búsqueda del valor en el seno mismo del movimiento histórico, lo que le conduce, en una posición que manifiesta rasgos irracionalistas, a una conjunción de la historia universal con la realización de lo absoluto. La historicidad misma, según él, manifiesta una unidad entre lo infinito y lo finito, entre la absolutez de los valores y la relatividad de los hechos históricos.
Además, esta presencia de lo infinito en lo finito se manifiesta especialmente a través de la religión, o manifestación de Dios en la conciencia individual. Pero, en contra de las tesis hegelianas y románticas que conciben la religión como una esencia universal que se despliega y realiza a través de las diversas religiones históricas, Troeltsch las considera como hechos históricos irreductibles. Por otro lado, lo que manifiesta el carácter específico de la religión es un a priori que hace posible la validez de la religión, y que es el sentimiento de obligación que acompaña al hecho religioso. La religión manifiesta también un carácter histórico de causalidad autónoma que produce fenómenos específicamente religiosos, como la Reforma, por ejemplo, y dicha causalidad autónoma, desgajada de las otras condiciones socio-económinas y de las corrientes ideológicas, es, a su vez, otra manifestación de la presencia de lo absoluto e infinito en lo finito.
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