Situación paradigmática en la teoría de la decisión y la teoría de juegos, en la que se supone que dos prisioneros, acusados de un determinado crimen sin pruebas suficientes para condenarlos, tienen que decidir, siguiendo el consejo de sus abogados y con la promesa de una importante reducción de la pena, si se determinan a confesar su crimen o a callar.
Si ambos confiesan se les reduce la pena, pero si ninguno de ellos confiesa la pena es mucho más ligera. La racionalidad particular de cada uno los impulsa a adoptar una decisión -la de confesar- menos ventajosa, menos racional por tanto, de la que podrían tomar si se pusieran de acuerdo; recurren a la «estrategia del maximin», que trata de asegurar la mejor de las posibles situaciones peores. El caso parece ilustrar situaciones de la vida real (ver texto ).