(del latín necessarius, que procede de necesse, con esse o habere, necesario, inevitable; la palabra latina corresponde al griego άναγκαιίος, anagkaios, de anagké, necesidad)
En general, y según la definición tradicional de Aristóteles, lo que no puede no ser y cuyo opuesto es imposible, es decir, lo que es por necesidad. Más propiamente, un enunciado necesario es aquel que no puede ser falso, o que es verdadero en cualquier caso (necesariamente verdadero) su opuesto es el enunciado contingente. Como modalidad alética es una verdad necesaria que se opone, aunque de diferente modo, tanto a la verdad imposible (enunciado necesariamente falso) como a la verdad posible (enunciado contingente).Suele definirse una verdad necesaria como aquel enunciado que resulta verdadero en cualquiera de los mundos posibles, entendiendo por tal expresión, propia de Leibniz, cualquier mundo distinto al actual, además del actual, que pueda pensarse sin contradicción. Los enunciados necesarios a veces se denominan también «apodícticos». También una verdad imposible es un enunciado necesario: un enunciado necesariamente falso.
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