(del latín perceptum, lo conocido por la percepción)
O proceso perceptual. Es el resultado de la actividad de un organismo que percibe. Supone un proceso fisiológico de sensación y un proceso psíquico de elaboración e interpretación de lo sentido a modo de objeto percibido. La psicobiología determina en el cerebro un área cortical primaria de recepción pasiva de la sensación, pongamos por caso del órgano de la vista, sometida a la acción de otras áreas neuronales, secundarias y terciarias, también del córtex, encargadas de la interpretación del mensaje sensorial. El percepto es resultado de la especificidad, complejidad y estructura de todas estas áreas: de la manera como se «siente» y la manera como se «percibe».
Los perceptos constituyen patrones del sistema neurosensorial de los diversos animales, incluido el hombre en su estadio preconceptual (el niño), con los que el organismo reconoce e identifica un conjunto de estímulos sensoriales, que se le presentan en situaciones diversas de percepción, como pertenecientes a la misma forma u objeto perceptivo. Con ellos, los animales o los niños, que no recurren todavía a conceptos, pueden reconocer objetos o intercambiar información por medios no verbales. El percepto en el niño es un preconcepto. Los perceptos representan, tanto en niños como animales, una abstracción de la realidad que lleva a reconocer lo común, pero que no supera el estadio de lo concreto (ver texto ).