En las teorías estéticas anteriores al s. XVIII, el acto creativo del artista que confiere a la materia su carácter estético, la belleza. Entendido el arte como mímesis, imitación, desde Platón y Aristóteles hasta Kant, la forma es el acto de imitar. A partir de la teoría estética alemana del s. XVIII, como sentimiento de lo bello, la forma no pertenece sino al modo de sentir las cosa bellas: siempre versión de alguna manera de la afirmación kantiana de la percepción de una finalidad sin objeto específico, o de la de Étienne Souriau acerca de la forma que se significa a sí misma, o que es símbolo de sí misma. Las diversas teorías del arte -sobre todo, pero no exclusivamente, las llamadas formalistas- intentan explicar en qué consiste la forma como desencadenante de la experiencia estética (ver texto 1 y texto 2 ).