Neologismo derivado del griego kibernetes (timonel, guía). Término creado por Norbert Wiener en 1947 para designar los sistemas que se autorregulan, tanto en el ámbito artificial (sistemas electrónicos, termostatos, servosistemas, autómatas), como en el ámbito natural (organismos biológicos, homeostasis, sistemas nerviosos..) o social (relaciones interpersonales, relaciones sociales, sistemas económicos, etc.). Para Wiener, fundador de la cibernética, esta ciencia se basa sobre los dos principios siguientes:
a) algunos mecanismos se autorregulan por retroalimentación o feed-back y
b) estos procesos pueden describirse formalmente.
Con ello la distancia entre máquinas, seres vivos y sistemas sociales y psicológicos se atenúa, y se permite el estudio de las máquinas, los sistemas vivos y los sistemas sociales a partir de una unidad conceptual básica sustentada por la noción de feed-back y por la noción de información. La cibernética, al igual que la teoría general de sistemas y las teorías de sistemas dinámicos, estudia todo tipo de sistemas naturales o artificiales en los que se pueda observar alguna clase de teleología, teleonomía, función o autorregulación.
El desarrollo de la cibernética ha implicado una fecunda labor de investigación interdisciplinar que se ha abierto a múltiples terrenos: en inteligencia artificial, en teorías sobre la mente, estudios de robótica y automática, teoría de sistemas e informática.
La concepción de sistemas autorregulados ya había surgido anteriormente en biología, aparejada a la noción de homeostasis, y pueden considerarse precedentes de las concepciones cibernéticas algunas obras como las de Charles Bell, Mecánica animal. Diseño de estructuras animales (1828), obra en la que se elaboran unos primeros modelos de isomorfismo entre organismos y estructuras artificiales para aprovechar los mecanismos de regulación de los primeros y aplicarlos a los segundos. En dicha obra compara estructuras orgánicas, como el esqueleto, con estructuras arquitectónicas u obras de ingeniería, y compara también el corazón y el sistema vascular con los diseños de tuberías, bombas y válvulas. La noción de autorregulación en los seres vivos fue ampliamente utilizada por Claude Bernard, que creó la noción de medio interno reequilibrado, mediante el que explicaba el mecanismo del hambre a partir de las bajadas de glucosa en la sangre. Una vez restablecidos estos niveles desaparecía, según él, esta sensación. Otro texto importante como precursor fue el escrito por Eduard Pflüger: La mecánica teleológica en la naturaleza (1877), en el que estudia los mecanismos biológicos de retroalimentación, cuyas entradas (imputs) son reguladas por las salidas (outputs).