Término utilizado por Ch. S. Peirce para designar el principio de continuidad que actua en todos los ámbitos de la realidad. Según la concepción metafísica de dicho autor, dicho principio tiene tanto un alcance epistemológico como ontológico. Epistemológicamente el sinequismo (o principio de continuidad) permite entender la posibilidad de la mediación, y se relaciona con la categoría fenomenológica de la «terceridad», que posibilita la relación mediada de algo primero con algo segundo que no podría darse si no existiese continuidad entre los elementos relacionados. Esta categoría permite la inteligibilidad de lo real, ya que entendemos la realidad a través de signos que median entre el objeto significado y el sujeto. Dicho esquema de mediación del signo es el modelo de todas las otras formas de mediación existentes, en particular, las representadas por las leyes de la naturaleza. Ontológicamente, pues, se da un principio de continuidad en lo existente. Y las leyes de la ciencia, más que esquemas que permiten comprender la repetición de los fenómenos, son esquemas del desarrollo continuo.