Procedimiento, que forma parte del método experimental de las ciencias empíricas, según el cual se obtienen hechos en condiciones ideales de observación con miras, sobre todo, a la contrastación de una hipótesis, ley o teoría, o simplemente para verificar la existencia de un fenómeno determinado. Normalmente, la experimentación se relaciona con la inducción, puesto que la repetición de experimentos confirmadores de una hipótesis parece permitir la inferencia de que «si siempre que se realiza un determinado experimento se confirma una determinada hipótesis, entonces esta hipótesis es verdadera». Pero la ciencia no presupone la existencia de leyes científicas verdaderas; muchas son sólo probables, y ninguna es definitiva. Por su parte, la lógica muestra la imposibilidad de verificar enunciados de tipo general, mientras que admite la posibilidad de refutarlos. La experimentación parece estar más en consonancia con los principios del método hipotético-deductivo, donde se recurre a la experiencia para intentar descubrir los fallos de una teoría o de un enunciado que se supone verdadero, poniéndolos a prueba ante los hechos. La experimentación científica recurre a métodos cuantitativos y se realiza preferentemente en el laboratorio.