Filósofo inglés, nacido en Londres. Estudió en Cambridge, donde fue profesor hasta 1923. Es considerado, junto con Bradley, el máximo representante del neohegelianismo o idealismo inglés. Partiendo de un reexamen de Hegel y del idealismo, elaboró un idealismo pluralista que considera la realidad como una comunidad de yos finitos, y al Absoluto como la unidad de la pluralidad de estos yos, razón por la cual no puede ser persona y no puede ser considerada Dios.
Pero el aspecto más importante e impactante de su pensamiento es el de su argumentación sobre el carácter paradójico del tiempo (que él declara irreal). Afirma que la índole del tiempo puede formularse a través de dos distintos grupos de propiedades, las de la serie A y las de la serie B. En la serie A considera que los sucesos se hallan situados en el futuro, el presente y el pasado, moviéndose en este orden. La serie B toma en consideración otra determinación temporal, la expresada por la relación antes-después. Ahora bien, un acontecimiento cualquiera x (la muerte de Cesar, por ejemplo), siempre estará situada en una relación de anterioridad respecto de otro acontecimiento y (el nacimiento de Newton, por ejemplo). Dado que esta relación de anterioridad-posterioridad permanece fija, no incorpora cambio alguno y, por tanto, no es realmente temporal. Así, sólo la serie A es realmente temporal. Pero esta serie es contradictoria ya que, en cada instante, un suceso es futuro en un momento del pasado; pasado en un momento del futuro y presente en un momento del presente, lo que implica la coexistencia de pasado, presente y futuro y, por tanto, una contradicción. Esta argumentación, aun siendo falaz, obliga a un planteamiento riguroso del problema del tiempo, y ha ocupado a muchos filósofos contemporáneos.
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