(del griego ἀμνησία, amnesía, olvido) Pérdida total o parcial, temporal o definitiva, de la memoria, debido a lesiones o a manipulaciones del cerebro, y no simplemente a aquellas causas naturales que producen el olvido, del que hay que diferenciarla. Se distinguen muchas clases de amnesia, pero entre las más habituales están la amnesia anterógrada (del latín ad anteriora gradere, avanzar hacia adelante), que es la pérdida de la memoria posterioral hecho traumático: el individuo pierde la capacidad de fijar y retener nuevos recuerdos; la amnesia retrógrada (del latín retro gradere, ir hacia atrás), que es la pérdida de la capacidad de evocar los recuerdos anteriores al hecho traumático, y se presenta en muchas lesiones del cerebro producidas por accidentes: el individuo es incapaz de recordar lo sucedido en el accidente o antes del mismo, extendiéndose hacia un período de tiempo anterior más o menos extenso. A la pérdida total, pero temporal, de la memoria se la llama amnesia temporal. Fenómenos relacionados son la reminiscencia y la paramnesia. En el primer caso, hay recuerdo pero no reconocimiento de que se trata de algo pasado, de modo que no se percibe como un recuerdo, mientras que hay paramnesia cuando creemos que recordamos algo que nunca hemos percibido previamente: el conocido fenómeno del dejà vu, por ejemplo, por el que tenemos la impresión de haber estado antes en un lugar donde nunca hemos estado.