Incapacidad de evocar recuerdos que de algún modo deben estar almacenados en la memoria. El origen del olvido son normalmente deficiencias en la forma de fijación del recuerdo o en la manera de recuperarlo, o simplemente destrucción de las huellas mnémicas (de la memoria). Como causas directas del olvido se suelen igualmente citar tres: el desuso, la interferencia o la represión (ver referencia). Con el desuso del recuerdo y con el paso del tiempo la huella mnémica se erosiona y acaba por desaparecer. La interferencia supone cierta incompatibilidad entre los recuerdos y el olvido: se produce por la actividad desplegada entre la adquisición y la recuperación del recuerdo. Hay interferencia o inhibición retroactiva si cada nueva adquisición dificulta recuerdos anteriores, y hay interferencia proactiva si el recuerdo adquirido impide la fijación de un nuevo recuerdo. Freud interpreta la represión como un «olvido motivado»; su función es la de servir como mecanismo de defensa para proteger al psiquismo de recuerdos dolorosos .
Bibliografía sobre el concepto
- Pagés, A., Sobre el olvido. Herder, Barcelona, 2012.
Relaciones geográficas