(del latín sensorium, sede de una facultad sensible)
Antiguo nombre dado a las facultades sensoriales. Se llamó «sensorio común», primitivamente sensus communis, al lugar indiferenciado del cerebro en que se produciría la percepción global de un objeto, la sensación.En Descartes, y en muchos autores del s. XVII, son los ventrículos cerebrales donde van a parar los mensajes sensoriales:el lugar de la conciencia o de la mente. Durante el siglo XVII era común la creencia en un sensorio o lugar interacción entre materia y espíritu, que, según Newton, implicaba que el ser humano -ser espaciotemporal- recibía en el sensorio las imágenes de las cosas (no las cosas mismas). En cambio Dios percibe en el sensorium Dei las cosas mismas. La noción de un lugar común cerebral para las percepciones desapareció tras la diferenciación funcional de las diversas áreas del cerebro.