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El término feed-back (o feedback) fue generado en la teoría cibernética para designar una forma de información retroactiva en un circuito. En cibernética designa, pues, la acción de los estados de salida de un sistema sobre los estados de entrada del mismo, destinados a asegurar la estabilidad de dicho sistema. Así, la acción generada en la salida del sistema, al actuar sobre su entrada, corrige la acción de dicho sistema. En suma, en un sistema dinámico autorregulado, se da una continua comprobación y comparación entre el nivel alcanzado con el nivel deseado, y actúa en consecuencia, tomando medidas para alcanzar el estado ideal y para corregir los estados no deseados. Para ello precisa de un elemento detector de información, un elemento efector y un bucle de retroalimentación informativa. El ejemplo clásico y más elemental lo constituye una caldera regulada (autorregulada) por un termostato. El termómetro del termostato detecta una determinada temperatura y, si esta es la deseada, manda información a un elemento interruptor del sistema calefactor. Cuando la temperatura disminuye, vuelve a ponerse en marcha para mantener el sistema en el estado ideal previsto. Esta noción, de amplio uso en cibernética, se emplea también en biología, psicología y sociología.
La mayoría de los sistemas biológicos funcionan como sistemas autorregulados por retroalimentación o feed-back, y esta noción surgida del terreno de la cibernética y de la teoría general de sistemas se ha extendido también al estudio de sistemas psicológicos o sociológicos. En psicología designa, por ejemplo, el proceso de modificación que ejerce el movimiento del propio cuerpo sobre las informaciones surgidas de los propioceptores o de los exteroceptores. Otro ejemplo es el proporcionado por las pautas de conducta engendradas a partir de los procesos de retroalimentación ocasionados por las diversas relaciones interpersonales, que determinan regulaciones del comportamiento de los individuos dentro de un grupo. En sociología, un ejemplo de retroalimentación lo ofrece la regulación de la conducta de un individuo o de un grupo (que actúan como sistemas) en función de la capacidad de percibir el resultado de sus acciones, resultado que las modifica o mantiene para conseguir unos objetivos previamente fijados. La forma más simple de feed-back la constituye la percepción de nuestras propias palabras, a partir de la cual regulamos el volumen de nuestra voz en función del impulso recibido a partir de nuestro interlocutor.
En cibernética, un sistema provisto de retroalimentación se conoce también como servosistema.