Afirmación sostenida intuitivamente, y no probada formalmente, por Alonzo Church y Alan Turing, hacia 1937, según la cual existe un algoritmo para la solución de un problema matemático si y sólo si existe una máquina de Turing que pueda computar dicho problema. Church formuló esta tesis mediante el llamado «cálculo de lambda (8)». La tesis lleva implícita la afirmación de que la mente humana es una máquina de Turing, o lo que es lo mismo, de que el pensamiento humano es computable, o que la mente es un modelo computacional.