(del griego ἐπι-φαινόμενον, epi- en torno a, y phainómenon, fenómeno, lo que aparece)
Fenómeno añadido a otro, de cuya presencia depende. Es, por tanto, un fenómeno «secundario» -adicional-, que carece de causalidad propia, respecto de otro primario poseedor de actividad propia. Se utiliza normalmente en las discusiones sobre la relación mente/cuerpo.