Dejando de lado sentidos vagos de probabilidad, como «verosímil, creíble, plausible», son aquellos que indican el grado o cantidad de evidencias (pruebas) o grado de confirmación en que se fundamenta su carácter general. O los que muestran el grado de fuerza inductiva que poseen. Se dividen en numéricos y cualitativos. Los numéricos suelen interpretarse como hipótesis estadísticas (ver ejemplo).