Termino latino (del verbo conari, intentar), que significa «esfuerzo». Usado, en la física galileana y cartesiana, para expresar la tendencia mecánica de un cuerpo a moverse o a permanecer en reposo, lo utiliza sobre todo Spinoza para expresar el esfuerzo de una cosa a permanecer o «perseverar en su ser», esfuerzo o potencia que identifica con la esencia misma de la cosa (ver cita). Referido al hombre, lo explica como el deseo humano de vivir felizmente (ver cita y ver texto ).