(del latín classis, división, grupo, categoría, clase)
Grupo de individuos que tienen en común la misma situación o condición social, determinada por el patrimonio familiar o personal, pero también por otros factores como nacimiento, profesión, riqueza, trabajo, etc. El nombre surge con los primeros teóricos de la sociedad de los siglos XVIII y XIX, Adam Smith, David Ricardo, A. de Tocqueville y K. Marx, y alude a la situación propia de la sociedad capitalista en la que, pese a la igualdad teórica de derecho, los ciudadanos son manifiestamente, y de hecho, desiguales; a diferencia de lo que sucedía en las sociedades de castas, la sociedad feudal o las sociedades estamentales, que distinguían manifiestamente por medios institucionales y jurídicos a los ciudadanos y los distribuían en castas privilegiadas o no, en vasallos y señores, o bien en los estamentos u órdenes de nobleza, clero y pueblo. La desigualdad propia de la sociedad capitalista se debe, según Marx, a factores estructurales determinados por las relaciones de producción, las cuales determinan la existencia de dos clases antagónicas, la burguesía y el proletariado, entre las que se establece una lucha de clases, que no ha de cesar mientras no sea realidad la sociedad comunista sin clases.
Max Weber reconoce la importancia del factor económico en la distinción de las clases, y enumera cuatro grupos: la clase propietaria, la administrativa y gerencial, los comerciantes y negociantes y, por último, los trabajadores, pero añade la influencia del status, esto es, del honor, poder, prestigio y estilo de vida, en la configuración de nuevas clases, propiamente de subclases en el seno de las clases, las cuales, no obstante, forman «grupos de status» interclasistas más amplios que las mismas clases económicas. La estratificación social se debe más al status que a los factores económicos.
La sociología americana, influida por Weber, ha tendido a negar la existencia de clases en la sociedad; las diferencias existen, pero son consustanciales a la sociedad y a la diversa capacidad de los individuos, y sirven a modo de función conservadora del orden social, porque el sistema de distribución de recompensas y retribuciones favorece la movilidad social y asegura la contribución de los individuos al bien común. No obstante, a partir de los años setenta, se produce un renacimiento de la noción marxista de clase entre los sociólogos americanos e ingleses.
El concepto de clase, que es un concepto paradigmático, que sirve para analizar muchos fenómenos sociales, entra en confluencia -pero no se identifica- con el de la «estratificación social». Se entiende por tal la jerarquización de las personas de la sociedad según algún criterio de desigualdad. Dos personas de diferentes clases sociales pueden estar un mismo grado de estratificación social; a su vez, las diferencias (también las de estratificación) entre clases tienden a ser mayores que las diferencias dentro de una misma clase. El resultado es que el mismo concepto de clase no supone un conjunto homogéneo, sino que es un conjunto discreto de categorías.