Bioquímico ruso conocido por haber formulado en 1924 una teoría científica sobre el origen de la vida sobre la Tierra. Aunque ya en 1910 E. Giglio-Tos había lanzado una hipótesis semejante, se debe a Oparin la primera formulación rigurosa de una teoría de la biogénesis.
El núcleo central de su teoría biogenética estriba en la aplicación de la teoría de la evolución a la materia terrestre. De hecho, esta orientación no era nueva, pues ya el mismo Lamarck había sopesado la idea del origen evolutivo de los seres vivos a partir de la materia inorgánica, aunque, guiado por la idea de la generación espontánea (que aceptaba para los infusorios), no prosiguió esta línea de investigación. Posteriormente Darwin también sostuvo un origen común de todos los seres vivos a partir de la materia inorgánica, pero creyó que nunca podríamos llegar a saber de qué manera había surgido la vida, tesis que Haeckel compartía.
Según la hipótesis de Oparin, la biogénesis o formación de la vida habría surgido a partir de una evolución de la materia terrestre en condiciones de atmósfera reductora, que son las que, presumiblemente, existían en el planeta en tiempos remotos. En dichas condiciones, se habrían formado moléculas orgánicas que evolucionarían sin la existencia de ningún ser vivo, reuniéndose y formando sistemas cada vez más complejos, regidos por las leyes darwinistas de la sujeción al medio y la evolución natural, que darían lugar a la aparición de los seres vivos en un proceso completamente natural. En el ambiente reductor de esta atmósfera se habría producido un medio rico en sustancias orgánicas y habría generado un primer periodo heterótrofo, en el cual los precursores de los seres vivos hallaron disueltos en un medio acuoso los constituyentes que necesitaban. Posteriormente habría surgido de manera progresiva sistemas físico-químicos estacionarios, termodinámicamente abiertos, a los que Oparin llamó coacervados, y finalmente se habría producido la intervención de la selección natural entre dichos coacervados. En definitiva, la hipótesis de Oparin se basa en la extensión de la noción de evolución al mundo inorgánico, de manera que se establecería una continuidad desde la materia menos organizada hasta los seres vivos.
Esta teoría fue progresivamente completada por el autor en diversas obras, de entre las cuales El origen de la vida sobre la Tierra sirvió como punto de partida y referencia obligada a todos los científicos que trataban este tema, proponiendo no sólo un modelo posible de explicación del origen de la vida desde una perspectiva bioquímica rigurosa, sino que además señalaba las posibles vías de experimentación capaces de poner a prueba su teoría. Caminos de experimentación que en 1953 fueron explorados por el bioquímico Stanley L. Miller, y que demostraban la posibilidad de la síntesis de las principales moléculas que componen los seres vivos en condiciones prebióticas (en ausencia de seres vivos) y a partir sólo de metano, amoníaco, hidrógeno y vapor de agua (sustancias que presumiblemente formaban la atmósfera terrestre primitiva). Otras obras destacables son: La vida en el universo (1959) y La vida: su naturaleza, origen y desarrollo (1961).
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