El simbolismo del triángulo está directamente vinculado al simbolismo del número tres y puede resumirse como el retorno a la unidad inicial después de superar la dualidad, surgida de la separación. Así, el triángulo muestra simbólicamente la completitud de la divinidad, y no solo el origen de la creación. Por eso en el Concilio de Nicea se utilizó la imagen del triángulo para explicar el Misterio de la Trinidad, pues, en su disposición, muestra como los tres ángulos tienen relación con el centro y no entre ellos. Este esquema es fundamental en la comprensión de la relación de las tres personas y un solo Dios [ver imagen]. En el pitagorismo existía la escuela de los matemáticos que usaron la trigonometría para desarrollar su sistema filosófico, como es el caso del conocido Teorema de Pitágoras: simbólicamente los dos catetos representan al padre y a la madre, mientras que la hipotenusa representa al hijo.