(del griego σωρείτης, soreites, acervo, montón)
Una argumentación en cadena hecha con entimemas de tercer orden (sólo premisas), en la que dos premisas dan una conclusión que, a su vez, unida a otra premisa, da otra conclusión y así sucesivamente, hasta llegar a una conclusión final. Se trata de un silogismo compuesto o polisilogismo. Presenta dos clases: en el sorites aristotélico (ver ejemplo), el término S (sujeto) de la conclusión es el sujeto de la primera premisa y el término P (predicado), el predicado de la última; en el sorites gocleniano (ver ejemplo), sucede a la inversa.
Para el sorites aristotélico valen las siguientes reglas:
1) Sólo puede haber una premisa negativa; si la hay, debe ser la última.
2) No puede haber más de una premisa particular; si la hay, ha de ser la primera.
Y para el gocleniano:
1) Sólo puede haber una premisa negativa; si la hay, debe ser la primera.
2) No puede haber más de una premisa particular; si la hay, ha de ser la última.
Los sorites más conocidos son los que Lewis Carroll propone en su Lógica simbólica (ver texto ). También se llama «sorites» a la paradoja del montón.