El orden de las ideas debe proceder según el orden de las cosas.El orden de las cosas humanas fue éste: primero existieron las selvas, después las chozas, de aquí se pasó a los poblados, luego las ciudades y, finalmente, las academias. [...] Los hombres primero sienten lo necesario, después buscan lo útil, enseguida descubren lo cómodo, más adelante se deleitan con el placer, posteriormente se entregan al lujo y, finalmente, enloquecen en dilapidar su fortuna.
Ciencia nueva, 2 vols., Orbis, Barcelona 1985, vol. 1, p. 122-123. |