Ulises-Moulines: la filosofía de la ciencia

Extractos de obras

Puede concebirse la filosofía en general como una actividad reflexiva de segundo nivel respecto de actividades reflexivas de primer nivel, es decir, de ciertos modos conceptualmente articulados con que los seres humanos se enfrentan a la realidad. La filosofía tiene entonces como objeto de estudio esas reflexiones previas; trata de analizarlas, interpretarlas, fundamentarlas, criticarlas, e incluso mejorarlas. Así, el modo religioso de enfrentarse a la realidad da lugar a la filosofía de la religión; el modo moral, a la filosofía de la moral (o ética); el modo artístico, a la filosofía del arte (o estética), etc.

Uno de los modos más efectivos, sorprendentes y «revolucionarios» de enfrentarse a la realidad ha sido (al menos en los últimos cuatro siglos) el modo científico. Por ello no es de extrañar que la filosofía de la ciencia ocupe un lugar preeminente en la filosofía actual. Dada la innegable influencia que ejerce la ciencia en nuestra cultura, es difícil negar la perentoriedad de una reflexión filosófica sobre ella. A tal reflexión la denominamos «filosofía de la ciencia».

La ciencia: estructura y desarrollo, Introducción, Enciclopedia Iberoamericana de Filosofía, Trotta/Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid 1993, p. 11.