Texto de Riva

Extractos de obras

El sentimiento de angustia parece ser el más arcaico de entre los sentimientos negativos que acompañan al hombre en su vida. Representan el antagonista del placer y la seguridad que provienen de la satisfacción de una relación interpersonal (u objetal) satisfactoria.

La angustia es uno de los síntomas más típicos del sufrimiento psíquico; en su forma más arcaica, llamada «angustia primaria», también en el adulto conserva las características de sufrimiento indiferenciado, generalizado, muy profundo y paralizador, que están presentes en las manifestaciones infantiles. Las personas que lo han experimentado lo describen como una sensación de muerte inminente que penetra en toda la vida psíquica y origina un sufrimiento físico, con localización inicial a nivel retroesternal y extensión a todo el organismo. En su forma «secundaria», designada generalmente con el término «ansiedad», se añade con frecuencia una agitación motora indiferenciada y generalizada. En el niño, la angustia se manifiesta como un estado de agitación de todo el cuerpo, acompañada de llanto y de manifestaciones de ahogo (cianosis, detención de la respiración). Los orígenes psicológicos de la ansiedad parecen deberse a la percepción inconsciente de la inadecuación propia frente a los diversos estímulos internos y externos, percibidos como amenazadores o destructores.

A. Riva, Génesis y dinámica de la vida emotiva, en L. Ancona (dir.), Enciclopedia temática de psicología, 2 vols., Herder, Barcelona 1980, vol. 1, p. 736.