Es muy importante hacer conjeturas que resulten teorías verdaderas, pero la verdad no es la única propiedad importante de nuestras conjeturas teóricas, puesto que no estamos especialmente interesados en proponer trivialidades o tautologías. «Todas las mesas son mesas» es ciertamente verdad -más ciertamente verdadero que las teorías de la gravitación universal de Einstein y Newton-, pero carece de interés intelectual: no es lo que andamos buscando en la ciencia. [...] En otras palabras, no sólo buscamos la verdad, vamos tras la verdad interesante e iluminadora, tras teorías que ofrezcan solución a problemas interesantes. Si es posible, vamos tras teorías profundas. [...] Aunque sea verdad que dos por dos son cuatro, no constituye «una buena aproximación a la verdad» en el sentido aquí empleado, porque suministra demasiada poca verdad como para constituir, no ya el objeto de la ciencia, sino ni siquiera una parte suya importante. La teoría de Newton es una «aproximación a la verdad» mucho mejor, aun cuando sea falsa (como probablemente sea), por la tremenda cantidad de consecuencias verdaderas interesantes e informativas que contiene: su contenido de verdad es muy grande.
Conocimiento objetivo, Tecnos, Madrid 1974, p. 60. |