Popper: la ameba y Einstein

Extractos de obras

De la ameba a Einstein no hay más que un paso. [...] Los actos de la ameba no son racionales, si bien podemos suponer que lo son los de Einstein. Por tanto, después de todo, tiene que haber una diferencia.

Admito que haya una diferencia; aunque sus métodos cuasi-aleatorios y sus movimientos nebulosos de ensayo y error no sean básicamente muy distintos, hay una gran diferencia en sus actitudes frente al error. Al contrario que la ameba, Einstein, siempre que se le ocurría una solución nueva, intentaba falsarla conscientemente por todos los medios, detectando en ella algún error: enfocaba críticamente sus propias soluciones.

Creo que la diferencia realmente importante que media entre el método de Einstein y el de la ameba es la actitud crítica consciente hacia sus propias ideas. Dicha actitud permitió a Einstein rechazar, rápidamente, cientos de hipótesis inadecuadas antes de pasar a un examen más cuidadoso de algunas de ellas en caso de que pareciese capaz de mantenerse en pie frente a críticas más serias. [...]

Los ensayos y errores de los científicos son hipótesis formuladas verbalmente o, normalmente, por escrito. El científico trata de descubrir fallos en cualquiera de dichas hipótesis mediante la crítica y la contrastación experimental. [...] Si la hipótesis no se mantiene en pie frente a esas críticas y contrastaciones, al menos con el mismo éxito que sus rivales, será eliminada.

Con el hombre primitivo y con la ameba la situación es distinta. Aquí no hay actitud crítica, porque lo más normal es que la selección natural elimine una hipótesis o expectativa equivocada, eliminando los organismos que la sostienen o creen en ella. Podemos decir, pues, que el método racional o crítico consiste en dejar que nuestras hipótesis mueran en nuestro lugar: es un caso de evolución exosomática.

Conocimiento objetivo, 6, Tecnos, Madrid 1974, p. 228-229.