Piaget: las operaciones

Extractos de obras

La noción de operación se aplica a realidades muy diversas, aunque perfectamente definidas. Hay operaciones lógicas, como las que entran en la composición de un sistema de conceptos o clases [reunión de individuos] o de relaciones, operaciones aritméticas [suma, multiplicación, etc., y sus contrarias], operaciones geométricas [secciones, desplazamientos, etc.], temporales [seriación de los acontecimientos y, por tanto, de sucesión, y encajamiento de los intervalos], mecánicas, físicas, etc. Una operación es, pues, en primer lugar, psicológicamente, una acción cualquiera [reunir individuos o unidades numéricas, desplazar, etc.], cuya fuente es siempre motriz, perceptiva o intuitiva. Dichas acciones que se hallan en el punto de partida de las operaciones tienen, pues, a su vez como raíces esquemas sensoriomotores, experiencias afectivas o mentales [intuitivas] y constituyen, antes de ser operatorias, la propia materia de la inteligencia sensoriomotriz y, más tarde, de la intuición. ¿Cómo explicar, por tanto, el paso de las intuiciones a las operaciones? Las primeras se transforman en segundas a partir del momento en que constituyen sistemas de conjunto a la vez componibles y reversibles. En otras palabras, y de una manera general, las acciones se hacen operatorias desde el momento en que dos acciones del mismo tipo pueden componer una tercera acción que pertenezca todavía al mismo tipo, y estas diversas acciones pueden invertirse o ser vueltas del revés; así es cómo la acción de reunir [suma lógica o suma aritmética] es una operación, porque varias reuniones sucesivas equivalen a una sola reunión [composición de sumas] y las reuniones pueden ser invertidas y transformadas así en disociaciones [sustracciones].

Seis estudios de psicología, Seix Barral, Barcelona 1973, 6ª ed., p. 76-77.