de la esfera infinita a la existencia de Dios
Encontramos que en la esfera infinita convergen en el centro tres líneas máximas, según las tres dimensiones de longitud, anchura y profundidad. Pero el centro se confunde con el diámetro y la circunferencia; en la esfera infinita, el centro se confunde con dichas tres líneas; es más: el centro es todo eso: longitud, anchura, profundidad. Será, pues, el máximo simplicísima e infinitamente, y toda la longitud, anchura y profundidad que en él se hallan son el máximo uno, simplicísimo, indivisible. Y como el centro precede a toda anchura, longitud y profundidad, y es su término y medio, ya que en la esfera infinita son una misma realidad, centro volumen y circunferencia. Y así como la esfera infinita está totalmente en acto y es simplicísima, así el Máximo está en acto y es perfectamente simple. Y como la esfera es el acto de la línea del triángulo y del círculo, así el Máximo de él tiene recibido cuanto de actualidad posee, y toda existencia en acto existe en acto en cuanto está en acto en el Infinito mismo. Por eso, el Máximo es la forma de las formas y la forma del ser o la entidad máxima actual.
De docta ignorantia, libro 1, cap. XXIII (en C. Fernández, Los filósofos medievales, 2 vols., vol. 2, BAC, Madrid 1980, p. 1113). |