Si Hume tuviera razón, decir que el fumar causa el cáncer no significaría apenas más que decir que fumar y cáncer van simplemente juntos constantemente, y resultaría ininteligible la afirmación de las compañías tabaqueras sobre que la correlación entre el humo del tabaco y el cáncer no es causal y que hay que explicarla de algún otro modo. Sin embargo, entendemos perfectamente su afirmación por muy falsa que pueda ser. Y así, creemos que resulta inadecuada la justificación extensionalista de Hume. Pensamos que podría hallarse algo más para establecer que el fumar causa el cáncer. Aunque las estadísticas ya son claramente condenatorias, lo que decidiría definitivamente el caso sería descubrir alguna especie de «mecanismo causal», alguna explicación de cómo la nicotina o el alquitrán en los pulmones hace que las células se vuelvan cancerosas. Las causas, en realidad, son explicaciones, y aunque en ciertos momentos de la investigación científica no seamos capaces de explicar por qué A está invariablemente seguido de B y tengamos que aceptar que hay allí una conexión causal aun cuando seamos incapaces de entenderla, como científicos buscamos explicaciones y no paramos hasta que somos capaces de dar una explicación que nos deje completamente satisfechos.
J.R. Lucas, Space, Time, and Causality. An Essay in Natural Philosophy, At the Clarendon Press, Oxford 1984, p. 37-38. |