Locke: la probabilidad

Extractos de obras

Como nuestro conocimiento, según ya se ha demostrado, es muy estrecho, y como nuestra felicidad no es suficiente como para que encontremos una verdad cierta en todas las cosas que tenemos ocasión de considerar, la mayoría de las proposiciones, sobre las que pensamos, razonamos, discutimos o incluso actuamos, son de tal clase que no podemos tener un conocimiento indubitable sobre su verdad. Sin embargo, algunas de ellas se acercan de tal manera a la certidumbre que no podemos dudar en absoluto de ellas, sino que les concedemos nuestro asentimiento tangiblemente y obramos, de acuerdo con este asentimiento, de una manera tan resuelta como si hubieran sido infaliblemente demostradas y como si nuestro conocimiento sobre ellas fuera perfecto y cierto. Pero como en esto hay varios grados, desde lo más cercano a la certidumbre y a la demostración, hasta lo rayano con la improbabilidad y lo inverosímil, incluso cercano a lo imposible, y como también hay grados en el asentimiento, desde la total seguridad y confianza hasta la conjetura, la duda y la desconfianza, voy a tratar ahora (una vez que ya he encontrado, según creo, los límites del conocimiento humano y de la certidumbre) de considerar [...] los distintos grados y fundamentos de la probabilidad, del asentimiento y de la fe.

Ensayo sobre el entendimiento humano, l.4, cap. 15, n. 2 (Editora Nacional, Madrid 1980, vol. 2, p. 973-974).